En este trabajo se examinan algunos datos sobre violencia de los pacientes psiquiátricos en general y en particular en esquizofrénicos. Se revisan las historias clínicas de una departamento de enfermos internados por orden judicial y se encuentra que 15 esquizofrénicos comenten homicidio. En ellos predominan los síntomas alucinatorios y delirantes, los que jugaron algún papel en la realización del homicidio. Se plantea que los esquizofrénicos cometen más parricidio que otros enfermos, lo que puede explicarse por un desconocimiento o anonimización de su víctima. Además puede influir la pérdida del espacio geográfico por una elaboración delirante alucinatoria del entorno del paciente. Se comenta que más allá del retraimiento del enfermo esquizofrénico existen emociones desconocidas. Los impulsos y actos agresivos, así como las ideas delirantes pueden ser consideradas como intentos de restitución de la líbido alejada de los objetos. Podría haber un predominio de los instintos destructivos de la líbido, que no logra compensar a aquellos. La ausencia de la culpa puede relacionarse con un estancamiento del desarrollo en la fase esquizoparanoide, sin avanzar a la fase depresiva, donde se consigue la adecuada síntesis entre odio y amor y la aparición de ansiedad, culpa y reparación