Se intenta cuestionar nuestro habitual problema para entender la cronicidad de muchos estados mentales. postulándose que parte del problema surge de no dimensionar adecuadamente la producción sociohistórica de nuestra normalidad, la que es más aceptable que correcta, y a su vez cronificada por el miedo al caos que seguiría a un cambio, o simple cuestionamiento profundo, en nuestra manera de ver las cosas. Quizás el psicótico tenga un problema parecido, pero agravado por su rechazo a aceptar su lugar en nuestro mundo