Evidencia epidemiológica para una relación causal entre alcohol y violencia en Colombia
Epidemiological evidence for a causal relationship between alcoholism and violence in Colombia

Rev. salud pública; 3 (1), 2001
Publication year: 2001

El análisis crítico de la investigación colombiana, con base en los criterios epidemiológicos de causalidad, muestra que existe una asociación significativa entre los patrones de consumo de alcohol y algunas formas de violencia, luego de controlar por edad, género y estrato. Esta asociación es débil pero se fortalece a medida en que se incrementa la exposición. También es más fuerte en un subgrupo de agresores. Se observa de manera consistente en varios países, incluyendo numerosas ciudades de América Latina. Los experimentos animales muestran efectos del consumo crónico compatibles con lo observado en humanos pero no en el caso del consumo aislado. En cuanto a su temporalidad, el consumo de alcohol antes de la agresión es muy variable (7% - 56% de los agresores). En cambio, se observa que en un subgrupo de agresores, la agresión aparece a más temprana edad que el patrón de consumo. Se concluye que no existe suficiente evidencia epidemiológica para atribuirle un rol causal al alcohol en la mayoría de los agresores. Además, en el subgrupo de agresores en que el alcohol aparece más fuertemente asociado, la agresión precede la aparición del patrón de consumo, sugiriendo la posibilidad de que las dos condiciones sean el resultado de otros factores posiblemente comunes.(AU)
A critical analysis of the epidemiological evidence to support a causal relationship between alcohol and violence in Colombia shows that there is a statistically significant association between patterns of consumption of alcohol and some types of violence even after adjusting for age, gender and social class. This association is weak but tends to increase with increasing exposure. Evidence from animal experiments provide support for the effects of chronic consumption on aggressive behavior but not for acute consumption. As for the criteria of temporality, the percentage of perpetrators who consumed alcohol before aggressing another is highly variable. In addition, among a subgroup of perpetrators, aggressive behavior actually appears before initiation of alcohol consumption. The results of this analysis suggest that the evidence for a causal role of alcohol in the majority of cases of aggression is insufficient. Among those in which alcohol consumption appears to be more bly associated, the appearance of aggressive behavior precedes alcohol consumption suggesting that both may be consequences of another and possibly common cause.(AU)

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