La estratégia terapéutica no debe modificarse por edad, sin embargo el médico debe estar en condiciones de reconocer cuando los procedimientos diagnósticos y terapéuticos debe ser más conservadores. La cirugía puede ser empleada con éxito en el tratamiento del cáncer de los ancianos, pero debemos estar conscientes del aumento de riesgo en los pacientes de edad. En la medida que el procedimiento quirúrgico sea bien planeado y el paciente cuidadosamente seleccionado, la cirugía mayor del cáncer en el senescente se justifica. La capacidad de las células hemaopoyéticas de recuperarse después de la quimioterapia mielosupresiva, se conserva a pesar de la edad, pero el paciente de edad tiene menos médula ósea funcional que los más jóvenes. Los efectos tóxicos de la quimioterapia deben ser monitorizados cuidadosamente en el viejo, como la toxicidad cardíaco o pulmonar, puesto que estos pacientes no toleran aún pequeñas reducciones funcionales. Aunque la edad del paciente es una determinante de gran importancia, las decisiones no se pueden tomar teniéndola solo en cuenta