Las artritis reactivas constituyen un proceso inflamatorio aséptico, secundaria a un proceso infeccioso a distancia, generalmente intestinal o urogenital. Cuando se acompañan de manifestaciones extraarticulares, especialmente conjuntivitis y uretritis contituyen el Síndrome de Reiter. En su etiología participan fundamentalmente gérmenes Gram (-) que tendrían un poder "artritogénico", en un terreno genético, esto es una condición especial del huésped que permitiría esta respuesta tan peculiar. Dicho terreno tiene una íntima ligazón con el antígeno HLA B27, al igual como sucede en la espondiloartritis anquilosante, lo que ha permitido suponer una relación entre dichas entidades, estando incluidas ambas en el grupo de las pelviespondilopatías, al que pertenecen también la artritis de las enteropatías: colitis ulcerosa y enteritis regional y la artropatía psoriática