Asesinatos múltiples por niños y adolescentes
Multiple killings done by children and adolescents
Rev. sanid. mil; 53 (1), 1999
Publication year: 1999
Llaman la atención los asesinatos múltiples cometidos por niños y adolescentes. También el que la violencia en las escuelas de los Estados Unidos va en aumento al grado que las autoridades se declaran incompetentes para su control. Hay millones de personas con armas, por ejemplo: uno de cada tres preparatorianos está armado, además allá se concentra el consumo real de drogas a nivel mundial. Por otra parte cada niño estadounidense pasa frente al televisor 25 horas a la semana viendo programas de nota roja, drogas y violencia en donde matar es lo más fácil. Se encuentra que los padres de familia no supervisan a sus hijos apropiadamente en cuanto a la televisión, drogas, etc. Además la familia esta dejando de ser el centro de la sociedad y los muchachos pasan mucho tiempo solos. Los que cometen estos crímenes no están en su sano juicio, pero tampoco permanentemente fuera de la realidad, sino que tienen diferencias fatales en circunstancias especiales como el rechazo, la humillación o la vergüenza. Entonces matan bajo la influencia que Kohut llamó furia narcisista; un estado mental enfermo, una mente desestructurada. Pero saben lo que hacen y deben responder ante la Ley por ello. Generalmente hay signos premonitorios de sus desajustes conductuales como retraimiento, falta de amigos, baja en su desempeño escolar, ataques de ira sin razón, sobrerreacciones por causas baladíes o tienen demasiados ensueños. También los que están fuera de la realidad o anuncian que serán famosos por algo que van a hacer, el deprimido o el que se junta con vagos, alcohólicos o drogadictos. Neurológicamente tienen signos menores que no justifican la patología. Su diagnóstico es fronterizo (borderline) o más grave según el caso. Se propone ayudar profesionalmente a que se revalore por los padres el tiempo que dedican a sus hijos, durante el cual les darán valores, espiritualidad, cultura; que sean amorosos pero inflexibles en cuanto a la conducta aberrante. Que los guíen en sus conflictos e inculquen respeto a sí mismos y los demás. Además enseñarles el uso de la palabra para resolver los problemas y cuando la conducta aberrante persistente la psiquiatría moderna está en condiciones de ayudar