Los autores hacen una descripción de la vida moderna en la que las personas suelen llegar al absurdo, con mayor incidencia en la mayoría de la juventud, ya que sólo acepta la libertad radical sin responsabilidad al eliminar toda ética y en todo caso la sustituye por inmoralismo. Citan algunos pensadores como Marx, Freud, Camus, Levi-Strauss y Foucaut, para fundamentar esta cosmovisión porque los avances tecnocientíficos nos han llevado a sufrir esta tensión, especialmente a los jóvenes, al abrazar las drogadicciones, la rebelión, la protesta, la banalización del sexo, etc., que les hace vivir peligrosamente. De acuerdo a los autores es el momento de rescatar a la Ética con la metafísica para dar sentido a la vida, pues no todo está perdido para ser personas morales de acuerdo con el ETHOS de cada uno. Definen a la Ética con todas sus características, pero enfatizan en una Ética Antropológica que se funda en la noción de persona, y que es un valor para el manejo de la conducta humana a través de la conciencia. Las personas con auténtico valor moral actúan siempre en función de un ideal. Dejar de ser mezquinos y egocéntricos en el acto de la persona se dificulta con el maltrato, la disfunción familiar y la cultura de la violencia que se vive, porque se dificultan la captación, principios y valores al provocar una "refrigeración emocional" que puede conducir a conductas antijurídicas. El camino para resolver la problemática es el proceso permanente y a todos los niveles y condiciones familiares, sociales y educacionales, al hacerse planes de evaluación integral para observar los cambios de conducta.