Los médicos y el aborto
Physicians and abortion
Salud pública Méx; 37 (3), 1995
Publication year: 1995
La posición de los médicos frente al aborto inducido es un problema que merece mayor atención en México. Estudios realizados en algunos países muestran que las actividades de los médicos frente al aborto están influidas por factores diversos (éticos, religiosos, jurídicos, políticos y médicos, entre otros), y que donde es legal coexisten profesionales con posiciones diversas. Las experiencias de algunos países indican que la presentación institucional de servicios de aborto es un asunto controvertido y políticamente delicado, y que el proporcionarlos o negarlos se encuentra en gran medida a discreción de los médicos. En contextos como el de México, donde el aborto está penalizado, las restricciones legales y de otra índole no impiden que muchos médicos lo practiquen, en general con propósitos de lucro. Por otro lado, a pesar del reconocimiento del aborto como un importante problema social y de salud pública, y de que las leyes consideran circunstancias para que se practique en forma legal, buena parte de los profesionales médicos y las instituciones de salud mantienen una postura conservadora y de reserva al respecto. La formación profesional que habitualmente reciben los médicos y la consideración legal del aborto inducido como delito, son dos elementos que influyen de manera muy importante en sus actitudes frente al problema
The position of physicians regarding induced abortion in Mexico deserves closer attention. The attitudes of physicians towards induced abortion have been a subject of study in different countries. It has been observed that such attitudes depend on ethical, religious, legal, political, or medical factors. In those countries where abortion is not penalized, physicians sustain different positions regarding this issue. The experiences of some countries indicate that the institutional provision of abortion services is a controversial and politically serious matter, and that offering or denying them generally depends to a great extent on the physician's discretion. In contexts like Mexico, where abortion is penalized, legal and other restrictions do not prevent many physicians from practicing it in a concealed way, generally for profit. On the other hand, even though abortion is recognized as an important social and public health problem, and laws regulate the conditions for its legal practice, the majority of medical professionals and health institutions maintain a conservative and reserved position on this matter. The professional training of physicians and the legal status of induced abortion as a criminal practice, are central elements in their attitudes towards this problem.