Se describe la perspectiva de la experiencia propia y de varios residentes, las situaciones generadoras de ansiedad a la que los residentes de primer año en la especialización de psiquiatría, están sujetos. En donde las primeras semanas se observan actitudes de curiosidad y temor hacia los pacientes, ansiedad, se acentúa la duda en cuanto al rol de médico como experto. A la segunda mitad del año sigue con un esfuerzo diario por recuperar la identidad profesional en ese momento se identifica más con su paciente. Más adelante a fines del primer año aparece el reconocimiento de las limitaciones del conocimiento psiquiátrico trayendo desilusión e inestabilidad, precedido por un periódo de vagas insatisfacciones y quejas. El aprendizaje es doloroso porque implica el reconocimiento en uno mismo de todas esas partes locas, horribles que ocultan o que estan en otra gente