Se reconoce que la sexualidad no aparece en forma espontánea durante la adolescencia y culmina en la edad adulta, sino que se inicia desde el momento de la fecundación y termina con la muerte de la persona. La sexualidad se desarrolla al igual que otras funciones del organismo, tanto a nivel fisiológico como psicológico y social y va conformando una parte tan esencial del ser humano como es el sentirse y manifestarse como hombre o como mujer.

El estudio del desarrollo de la sexualidad de un individuo se inicia con la primera etapa de la vida:

la infancia, la cual al igual que la adolescencia y la vida adulta presenta características propias y está constituida por varias fases, las cuales se traslapan entre sí y no tienen límites precisos. Las fases que constituyen el desarrollo psicosexual durante la infancia se enmarcan en períodos aproximados de edad, ya que existen situaciones o condiciones individuales, familiares y ambientales que originan diferencias entre un individuo y otro.

Se presentan cinco fases que constituyen la infancia:

1ª fase, de la fecundación al momento del nacimiento; 2ª fase, del nacimiento a los 18 meses; 3ª fase, de los 18 meses a los 3 años; 4ª fase, de los 3 años a los 6 años y 5ª fase, de los 6 años hasta antes del inicio de la pubertad. Concluyendo, que es de suma importancia para los padres, los maestros, el personal de salud y en general para todas las personas, el conocimiento de las manifestaciones de la sexualidad humana en las diferentes etapas de la vida, particularmente la infancia ya que en ella se forman los elementos básicos de la personalidad del individuo así como de sus futuras relaciones interpersonales