La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, generalizada, producida por Mycobacterium Tuberculosis (bacilo de Koch), que se localiza principalmente en los pulmones y se identifica por la presencia de tubérculos y necrosis caseosa. También Mycobacterium Bovis, aunque cada vez con menor frecuencia. La tuberculosis aún representa un serio problema a nivel mundial en especial en países en vías de desarrollo. En años recientes, la pandemia por el virus de la inmunodeficiencia humana ha incrementado el número de casos de tuberculosis, especialmente en los países desarrollados. Aunque actualmente se dispone de fármacos excelentes antituberculosos, la mejor solución a largo plazo son las medidas preventivas. Desde 1921 se comenzó a utilizar el bacilo de Calmette y Guérin (BCG) como vacuna contra la tuberculosis. Es una cepa no patógena y si inmunogénica, obtenida por el subcultivo prolongado de una cepa virulenta de M. bovis, cuyo mosaico antigénico es casi idéntico al de M. tuberculosis. Actualmente se emplea en casi todo el mundo y se ha establecido sin lugar a dudas su inocuidad y que su administración evita las complicaciones graves de la primoinfección tuberculosa natural, debido a la inmunidad específica generada por este bacilo de virulencia atenuada