Las rickettsias son transmitidas por la picadura de garrapatas y ácaros infectados o por la contaminación de la piel o membranas mucosas con heces de piojos o pulgas.

La epidemiología se presenta en varias enfermedades:

tifo epidémico, tifo murino, tifo escrofular, fiebre manchada de las montañas rocallosas y fiebre Q. En el aspecto histórico de las vacunas anti-rickettsiales, observando retrospectivamente, se concluye que el fracaso de esos intentos -iniciados antes de 1940- no es sorprendente dada la heterogeneidad antigénica de las cepas de esta especie. Los esfuerzos actuales para el desarrollo de las vacunas anti-rickettsiales están enfocados en la clonación de los genes que codifican para la proteína R. prowaseki; producirla mediante la tecnología del DNA recombinante y evaluar la proteína así expresada como probable vacuna. Aunque tales enfoque novedosos son prometedores, la prueba definitiva de eficiencia es la capacidad de la vacuna para proteger humanos expuestos a la infección con rickettsias