"El erotismo es un término que difícilmente tiene una definición. Entendemos lo que alguien nos quiere decir cuando lo menciona. En nuestra cultura, se entiende por erotismo aquella experiencia que cruza tanto las emociones como lo corporal; tanto el cuerpo como el alma y que tiene que ver con la sexualidad y sus placeres. Es un término que se acerca a lo innombrable, a lo indefinible. Tal vez tan indescriptible como nuestro término amor. Lo que nos parece erótico tiene que ver con la educación, la cultura, la ideología que hemos asumido calladamente y quedó mapeando nuestros cuerpos y nuestros deseos a partir de un sistema interiorizado llamado 'yo'. A partir de éste, juzgamos lo bueno y lo malo, lo erótico y lo no erótico. En México, como parte de la cultura europea occidental, el erotismo está delimitado por los tres pilares sobre los que las sociedades occidentales, desde el siglo II, organizan su nuevo sistema sexual: las Mollities, es decir, quién en nuestra sociedad debe ser pasiva y quién activo; el matrimonio, que de ser meramente privado y meritorio pasa a ser un acto público y obligatorio; finalmente, las actitudes ante la homosexualidad y el rechazo de lo diferente. Cuando a principios de nuestra era la filosofía estoica toma el poder y se funde con la mentalidad judeo-cristiana, se conforma una de las revoluciones más trascendentales en el mundo de lo imaginario: se populariza una moral diseñada sólo para una élite estoica y se impone a toda la sociedad con su miedo al placer, por temor al afeminamiento. A la mujer la definen como pasiva por naturaleza y todos los actos sexuales no reproductivos quedan proscritos de la práctica común de los pueblos europeos. Al menos éste fue el intento, aplicado con bastante éxito. Posteriomente se impuso el matrimonio como único medio legítimo de procreación, prohibiendo, entre otras cosas, el amor a la esposa, pues del amor al placer, había sólo un paso. Como parte de toda esta instrumentación que llevó siglos de domesticación de los pueblos, surgió la homofobia como actitud ante los humanos que se relacionan eróticamente con otro humano de su mismo sexo. Esta patología socialmente aceptada, forma parte estructurante de la conformación de lo masculino y, más precisamente, del machismo. Tiene síntomas y quien la sufre tiende a volverse intolerante y a devaluar al diferente, al otro. Parece que la...