Bases biológicas de los fenómenos de la vinculación humana
Biological basis of the phenomena of the human linking

; (), 1994
Publication year: 1994

"La formación de la pareja para la satisfacción normal de la tensión sexual y posteriromente para la crianza de la progenie da lugar a la formación de relaciones intersujetos que se vinculan afectivamente. Estos vínculos que en los seres humanos conocemos como relaciones de pareja, parental, filial y fraternal tienen su origen en conductas expresadas por especies inferiores y que la filación filogenética ha modelado hasta llegar a las complejas conductas humanas. La relación de pareja implica la elección de una pareja, el cortejo, la cópula y la relación parental. Tanto las hormonas sexuales como no sexuales y los neurotransmisores encefálicos están implicados en la regulación de estos fenómenos. En general, en la elección de la pareja intervienen, factores externos, como el estatus de la pareja en el grupo; pero también, factores químicos como las feromonas y el estado hormonal de los integrantes de la pareja. La serotonina inhibe las conductas sexuales en tanto que las monoaminas las facilitan, de este modo se ha propuesto que una monoamina, la fenil-etil-amina (PEA) está implicada en la fase de enamoramiento en los seres humanos. Los neuropéptidos también están implicados en la regulación de los fenómenos de interacción entre los sujetos, el hecho de que los adictos a opiodes tengan dificultades en sus relaciones interpersonales lleva a pensar que, en un principio, los opioides endógenos se asocian con el vínculo a largo plazo de la pareja, pero que puede dar lugar a una supresión del deseo sexual. Evidentemente, la supresión ocasiona sufrimiento pero al mismo tiempo el retorno de la capacidad sexual del individuo. La conducta maternal está mediada por la presencia de esteroides sexuales y oxitocina, también en estas conductas están implicadas las feromonas además de otros estímulos como los auditivos y los visuales. La oxitocina se relaciona con la eyección de la leche, la contracción del útero en el momento del parto y con las conductas de maternaje, requiere que la hembra tenga un estado hormonal específico para que pueda expresarse su afecto. La prolactina también parece ser importante, especialmente en lo que se refiere al estado afectivo de la madre. Cerca del 20 por ciento de las madres se deprimen en las primeras cuatro semanas después del parto y esto podría obedecer a los niveles elevados de prolactina. El fenómeno de la conducta paterna ha sido poco estudiado, especialmente en el humano"

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