"En este artículo sobre el divorcio tratamos inicialmente algunos conceptos sobre la funcionalidad-disfuncionalidad de la pareja y cuáles son los valores relacionales positivos que consideramos requisitos indispensables para lograr una buena integración. En la medida que éstos se cumplan y se satisfagan las necesidades básicas de ambos cónyuges, se generarán sentimientos de bienestar y ese será el clima predominante de la pareja, de modo contrario lo que predominará será el malestar. Ambos sentimientos se mantienen y se refuerzan a través de circuitos de retroalimentación positiva o negativa, a veces desafortunadamente ya muy rigidizados. En función de todo esto y de la intensidad y permanencia de un tipo u otro de sentimientos, es preciso considerar la gravedad de su disfuncionalidad y las alternativas de integración o no-integración que tienen las parejas. Es de extraordinaria importancia en esta situación hacer una cuidadosa evaluación del caso, tanto de los problemas, como de los recursos de ese matrimonio particular, así como de los intentos y posibilidades de solución a su conflictiva. Entre otras, en crisis muy agudas, se maneja una separación programada como tregua y último intento de reflexión. Se plantea el concepto de la separación-divorcio como una disolución reguladora del conflicto vincular, como una decisión trascendente de vida y un proceso complejo en el que también se dan diversas etapas y fases en cada una de ellas. Particularmente se revisan las fases de la etapa de predivorcio, lo que ocurre antes de la decisión; las de la etapa transdivorcio, lo que ocurre durante el proceso mismo de disolución y finalmente en la etapa posdivorcio, qué sucede después que se ha dado la separación-disolución definitiva. Se revisan asimismo los efectos del divorcio en los distintos niveles sistémicos, tanto en el nivel individual como subsistémico, en la pareja y en los hijos; en particular se plantea el conflicto de lealtades que éstos viven cuando no se ha disuelto adecuadamente el vínculo emocional entre ambos padres, los que quedan atorados con mucha frecuencia en un sentimiento negativo de resentimiento y rencor. De igual manera revisamos otras consecuencias en el nivel de las relaciones con la familia extendida por ambas partes y en el entorno social que rodea a toda la familia. Se hace una propuesta de un posible manejo psicológico del proceso de separación-divorcio, con énfasis en las posibilidades de una verdadera liberación del pasado y de las culpas que tienden a manejarse, a través de destacar la corresponsabilidad, con un enfoque hacia el futuro, el perdón mutuo y la reparación; de tal naturaleza que se preserve la relación coparental de la mejor manera posible. Basado en lo anterior se plantea la celebración de una ceremonia simbólica del divorcio, como un ritual de liberación y desprendimiento del pasado. Para terminar se revisan algunos otros aspectos y consecuencias del divorcio, tanto negativas como positivas, en el segundo caso puede ser la posibilidad de nuevas vidas, a través de las familias reconstruidas o reestructuradas; cerramos el artículo con una breve acotación sobre la situación del divorcio en nuestro medio"