"Desde hace varios años, el embarazo adolescente ocupa un lugar importante en las investigaciones que se realizan en el área de salud sexual y reproductiva. A través de estudios se han logrado identificar, primero, factores psicosociales asociados con la posibilidad del embarazo durante la adolescencia y, segundo, factores asociados con la evolución del embarazo y con el pronóstico para la adolescente una vez que el embarazo llega a una resolución. Los factores identificados se refieren principalmente a las características personales, a la influencia social, a la escuela, a las características de la pareja y del grupo de amigos, a la interacción que se da entre la adolescente y su familia y con la familia de origen de su pareja. Desde el punto de vista social y educativo, el valor que se da a la maternidad y las características del rol femenino dentro de la cultura parecen determinar en gran medida que las jóvenes se valoren en función de su rol materno. En general, el embarazo representa para ellas un motivo de atención y de ganancias secundarias que se ven reflejadas en un incremento de valoración personal sólo durante la etapa del embarazo. La prevalencia de normas sociales tradicionales ha obstaculizado la posibilidad de brindar educación sexual, por lo que es común encontrar creencias y actitudes que no favorecen el uso de anticonceptivos entre los adolescentes que tienen relaciones sexuales. Encuestas de opinión recientes muestran que el 97 por ciento de los padres de familia apoyan que se dé educación sexual a sus hijos y la mayoría está de acuerdo en que se les enseñe a mejorar la comunicación dentro de la familia. Respecto a las variables familiares que se asocian con el embarazo, es frecuente encontrar la presencia de embarazos tempranos en la familia y el antecedente de que la madre se embarazó durante la adolescencia. La reacción de la familia ante el embarazo etapa, aún cuando al inicio puede ser de rechazo, por lo común termina en la aceptación e integración del bebé a la familia y con la unión de la pareja, provocando nuevas consecuencias psicosociales y problemas en la dinámica familiar. El papel de los compañeros y de la pareja es fundamental, tanto en las actitudes como en la conducta sexual y anticonceptiva de la adolescente. Por otro lado, las características personales de la adolescente que tiene relaciones sexuales y no utiliza anticonceptivos se asocian con una baja valoración de sí misma, con falta de control interno de sus acciones y bajas expectativas escolares. Un paso a seguir dentro de la prevención del embarazo adolescente es el de evaluar los programas de educación sexual y educación para la salud en diferentes tipos de población, así como instrumentar estrategias para ampliar su cobertura"