"Amor y desamor son las versiones de una misma historia, contada como un relato doble de acuerdo con el protagonista. Los afectos como parte de la psicosexualidad se colocan entre la transgresión y el compromiso. Son, por otro lado, el significado del mundo pero moldeables mediante la reflexión, un producto intelectual que no tiene segura su presencia pues está condicionado por los conflictos internos que se dictan y por las necesidades individuales. El control de la vida emocional y sus vinculaciones radica en el autoconocimiento y la percepción de los sentimientos y expectativas de los demás, en un juego de espejos que se reflejan mutuamente. La autoestima tiene un papel predominante y es de sus características de donde emergen los elementos que distinguen y perfilan cada enlace. Entre menos salud mental haya, entendida como inestabilidad, desajuste y desadaptación, mayor desamor como sinónimo de irresponsabilidad, egoísmo e incumplimiento"