"La sombra de violencia que existe en muchas familias mexicanas es, sin lugar a dudas, un problema social grave de dimensiones muy amplias. Como una herencia maléfica, el maltrato se ejerce y transmite entre las y los integrantes del grupo, con las variables que lo constituyen. Golpes, abusos emocionales y sexuales, ejercicio de poder y sometimiento, son las distintas maneras que integran la gama de violencia. Dependerá del lugar que cada persona ocupe en la estructura jerárquica, de los aprendizajes, la historia personal y sobre todo de ciertos valores culturales, para ocupar el lugar de la víctima o del verdugo. En este espacio se ha dado prioridad al fenómeno de la violencia doméstica, categoría que especifica el maltrato que ejerce el hombre contra la mujer. Una problemática explorada hasta hace muy poco tiempo y que implica serias consecuencias en la salud física y mental de las mujeres y de sus hijos. Estos últimos sufren maltrato en todos los casos. La convención de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha declarado que el problema de la violencia doméstica es un problema universal. México no es el único. En muchos lugares del mundo, incluso los países más desarrollados, la violencia dentro de la pareja causa estragos y, a veces, pérdidas irreparables"