"El SIDA, la anticoncepción, el acoso sexual, el aborto, los derechos de los homosexuales y la legislación antihomosexuales, el embarazo en las adolescentes; todos los días vemos en la prensa un abanico de problemas relacionados con el sexo. La industria publicitaria nos bombardea con símbolos sexuales para manipularnos a comprar, vender o comportarnos de cierta manera. Y es en este mundo donde deben desenvolverse nuestros jóvenes adultos. En el pasado, la sexualidad humana era considerada por los educadores como formada por un comportamiento reproductivo o genital. La educación sobre el tema a menudo se llamaba "higiene" como un reflejo de su definición biológica (Kirkendall, 1984). Esta visión histórica de la educación apropiada sobre sexualidad es de nuevo influencia poderosa en muchas sociedades; ha sido revitalizada por la urgencia de promover un comportamiento sexual más seguro en vista del VIH/SIDA. Muchas sociedades cumplen con su obligación de salvaguardar la salud y el bienestar de los jóvenes adultos por medio de los establecimientos de salud pública, los medios y las consejerías. Estos servicios de salud y de consejerías a menudo realizan programas sobre educación sexual. Las áreas específicas de instrucción tienen que ver con la anticoncepción, el aborto, las enfermedades sexualmente transmitidas, el VIH/SIDA, la violación, el acoso sexual, la orientación sexual, el funcionamiento sexual, y la educación prenatal y del embarazo. Esta perspectiva estrecha, pero muy pragmática se refiere a los temas de educación en salud pública necesarios para la salud sexual del individuo; sin embargo, breves intervenciones se concentran en problemas de salud y/o prevención de enfermedades. Y no representan más que una cantidad pequeña de la educación de nuestros jóvenes adultos. Afortunadamente en este mundo preocupado por la sexualidad, lleno de mitos, imprecisiones y mentiras, muchas instituciones que trabajan con jóvenes adultos están ofreciendo programas más especializados en sexualidad humana.

Estudiantes de todo el mundo participan en programas sobre la sexualidad:

estudiando la sexualidad en clases específicas y recibiendo capacitación en un nivel certificado, licenciatura, maestría, doctorado y posdoctorado en sexualidad humana. Los graduados de estos programas serán los dirigentes del mañana. Serán los jueces quienes decidirán si los homosexuales pueden o no tener hijos y educarlos; serán los educadores quienes decidirán qué información sexual se enseña en las escuelas; serán los políticos quienes decidan el lugar de las mujeres y los homosexuales en el ejército y serán los médicos los que decidan la edad apropiada en que las mujeres posmenopáusicas puedan embarazarse. En todas las sociedades del mundo hay jóvenes de ambos sexos que dedicarán la vida a crear un mundo con una sexualidad sana"