La autora presenta la experiencia del hospital universitario San Ignacio, entidad privada adscrita a la Pontificia Universidad Javeriana. En 1987 la entidad entra en un colapso producido por la conjugación de factores económicos, tecnológicos, de planta física, personal médico y recurso humano en general. Para ese momento el hospital cuenta con 581 empleados.

Se toma la decisión de no cerrar la institución y se inicia un proceso que implica una serie de reformas:

adminsitrativas, legales, financieras, políticas, que se pusieron de manifiesto en el manejo participativo del hospital y en las mejoras físicas. Entre 1989 y 1992 se adoptó un estudio de planificación estratégica, que supuso la elaboración de planes anuales estratégicos y la constitución de la estructura que permitiera su funcionamiento. Al finalizar el artículo la autora señala que más del 95 por ciento de los objetivos propuestos fueron alcanzados y rescata los logros obtenidos en diferentes ámbitos. Agrega que desde hace más de cinco años se han venido creando los centros con responsabilidad en donde cada jefe se convierte en un gerente. Los sistemas de remuneración están en concordancia con la producción