La presente misiva busca contribuir a la discusión relacionada con la intervención médica en personas con obesidad, problema de salud pública que afecta a un gran número de personas en el mundo; circunscribiéndose a Latinoamérica, la realidad resulta alarmante, pues como lo refieren distintos informes recientes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), América Latina y el Caribe encabezan la lista de regiones geográficas que exhiben en los últimos años un aumento significativo de personas con obesidad.1 El Perú no es ajeno a la situación expuesta, el país experimenta un crecimiento gradual que está generando preocupación en las autoridades, ante lo cual, en los últimos años se emprendieron campañas que buscan promover hábitos saludables en la población, con especial atención en niños y adolescentes, grupos en relación con los cuales se registran evidencias que los catalogan como poblaciones de mayor vulnerabilidad a situaciones de riesgo, como la exposición a publicidad de alimentos no saludables y la ausencia de programas adecuados de actividad física en las instituciones educativas.2 Asimismo, diferentes organizaciones señalan que la obesidad está acarreando costos económicos y humanos,3 por lo que a las campañas preventivas, se suman actividades que orientan a los profesionales inmersos en el ámbito de la salud a reflexionar sobre el quehacer en la intervención en personas con obesidad. Esta intervención permitirá visualizar que la obesidad es una enfermedad que trae consigo consecuencias físicas y psicológicas, por lo que resulta necesaria una atención integral, sin embargo, en el contexto peruano y latinoamericano, la intervención a pacientes obesos se orienta al empleo de recursos de carácter médico y se descuida en muchos casos el uso de herramientas psicológicas.4 En las últimas décadas diversos estudios realizados en el escenario internacional publican que las personas con obesidad experimentan niveles elevados de ansiedad y depresión, lo cual conllevó al desarrollo de modelos psicológicos que explican la interacción clínica y sociocultural de variables como la personalidad, el comportamiento, las emociones y cogniciones, que permiten comprender los procesos psicológicos subyacentes al desarrollo de la imagen corporal, la conducta alimentaria y la actividad física en personas con obesidad.5 En función a lo mencionado, la intervención médica en obesidad, por la naturaleza del problema, amerita acompañarse de una intervención psicológica, sin embargo, en la práctica se aprecia lo contrario. Por lo expuesto, se presentan dos necesidades cruciales para trabajar un abordaje integral en personas que padecen obesidad, por una parte, la inclusión de variables psicológicas en el estudio de la obesidad que permita reconocer diferentes aspectos y generar conocimientos acerca del tema, y por otra, a partir de los conocimientos generados elaborar tecnologías (herramientas) para intervenciones eficaces. Cabe señalar que la tarea de trabajar con variables psicológicas no es menester exclusivo de los psicólogos, en problemáticas de salud pública constituye una necesidad impostergable romper fronteras y emprender estudios que involucren a equipos multidisciplinarios(AU)