Universidad El Bosque, un centro académico en calidad de vida
Universidad el Bosque, an academic center in quality of life

Rev. colomb. enferm; 15 (1), 2017
Publication year: 2017

Han pasado cuarenta años desde que el 27 de julio 1977 la junta de socios de la Clínica El Bosque Ltda. fundó la Escuela Colombiana de Medicina y comenzó sus actividades con un curso premédico de sesenta estudiantes. Durante los siguientes veinte años, la fundación Escuela Colombiana de Medicina presentó un crecimiento progresivo, en programas y estudiantes, y en 1997 se convirtió en Universidad El Bosque. Cabe anotar que, a lo largo de estos primeros veinte años, el mejorar la calidad de vida de los colombianos ha sido parte fundamental de nuestra labor educativa. En 1999 se realizó una reforma estatutaria, de la cual quiero resaltar el siguiente aparte de la misión institucional: “el desarrollo de los valores ético-morales, estéticos, históricos y técnicos científicos, enraizados en la cultura de la vida, su calidad y su sentido” (1). Desde entonces, de una manera más explícita, el trabajo por la cultura de la vida se ha constituido en un componente esencial de todos los quehaceres institucionales. Hoy la Universidad cuenta con más de 110 programas académicos en pregrado y posgrado, un poco más de 12.000 estudiantes y cerca de 1.600 académicos. Se resalta, además, la calidad y la búsqueda de la excelencia como una de sus orientaciones esenciales. Prueba de ello es la acreditación institucional de alta calidad obtenida en 2016 y el hecho de que aproximadamente el 70 % de los estudiantes cursan programas académicos con acreditación de alta calidad. Asimismo, las clasificaciones internacionales, como SCImago, indican que la Universidad El Bosque ocupa el octavo puesto en nuestro país en cuanto al impacto de sus publicaciones. Aquí, de nuevo la salud y la calidad de vida se han constituido en los integradores de toda la labor institucional. Claro está que lo más importante no es el pasado, sino lo que avizoramos para el futuro de la Universidad. Y es en ese escenario donde la calidad de vida se hace aún más relevante, como el eje articulador de nuestro trabajo. Para los estudiantes, esto se materializa en la calidad de sus experiencias de aprendizaje; para los profesores, en su experiencia académica y en la construcción personal de vida; para los administrativos, en las mejores condiciones posibles en el trabajo, siempre considerándolos personas integrales; y claro, para la sociedad, en los impactos en nuestras funciones misionales en educación, investigación y de responsabilidad social, con aportes significativos al desarrollo del país. Como muestra de lo anterior, quiero resaltar tres hechos: en primer lugar, la construcción del Centro Académico de la Salud de la Universidad el Bosque que ofrece, además de mejores espacios para la educación, la investigación y atención en salud, opciones de desarrollo profesional para otras áreas del conocimiento como diseño, bioética, ingeniería, administración, entre otros. En segundo lugar, la apertura de tres programas doctorales, a saber: Bioética, Ciencias Básicas Biomédicas y Salud Pública, que nos ayudarán a articular el ciclo de salud y enfermedad desde diferentes perspectivas, para así generar conocimiento que permita aportar a la calidad de vida de los colombianos. En tercer lugar, el desarrollo del proyecto sobre innovación, que supone la co-construcción y la co-creación entre miembros de la comunidad académica y actores externos para el mejoramiento del entorno académico y social. Entendemos un centro académico en calidad de vida como aquel en el cual la educación, la investigación y la responsabilidad social se articulan para dar a la comunidad que servimos las mejores propuestas a sus necesidades. La planeación y la innovación constituyen las herramientas fundamentales con el fin de lograr el mayor impacto posible en la calidad de vida de todos. Lo anterior no sería posible sin en el compromiso de los miembros de la comunidad universitaria. Por ello, quiero aprovechar esta oportunidad para reconocer y resaltar el quehacer de la Facultad de Enfermería a lo largo de sus dieciséis años; estoy seguro de que esta seguirá siendo un pilar fundamental para la construcción, desde la Universidad El Bosque, de un mejor futuro.
Forty years have passed since the 27th of July of 1977 when the board of partners of the Clínica El Bosque Ltda. founded the Escuela Colombiana de Medicina (Colombian School of Medicine) and began their activities with a pre-medicine class of seventy students. During the next twenty years, the Escuela Colombiana de Medicina foundation grew progressively, in number of programs and students, and in 1997 it became the Universidad El Bosque. Throughout the first twenty years, it is worth noting, the increase of the quality of life of Colombians has been a fundamental part of our educational work. In 1999 a statutory reform was enacted, of which I want to highlight the following section of the institutional mission: “The development of ethical-moral, aesthetic, historical, and technical- scientific values, rooted in the culture of life, its quality, and its meaning” (1). Henceforth, in a more explicit way, work towards a culture of life has become constituted as an essential component of all the institutional tasks. Today, the university has more than 110 academic undergraduate and postgraduate programs, a little over 12,000 students, and close to 1,600 academics. In addition, quality and search for excellence stand out as one of its essential orientations. Proof of this is the institutional accreditation of high quality obtained in 2016 and the fact that approximately 70% of students take academic programs accredited as high quality. Likewise, international classifications, like SCImago, indicate that the Universidad el Bosque holds the eighth spot in our country in relation to the impact of its publications. Here, again, health and quality of life have been constituted as the integrators of all institutional tasks. It is clear that what is most important is not the past, but what we see for the future of the University. It is in that theater in which we see that quality of life becomes even more relevant as the coordinating axis of our work. For the students, this materializes in the quality of their learning experiences; for professors, in their academic experience and in the personal construction of life; for administrators, in the best possible work conditions, always considering them integral persons; and of course, for society, in the impact on our mission’s function in education and in social responsibility, with significant contribution to the development of our country. As a sample of the aforementioned, I want to highlight three facts: in first place, the construction of the Academic Center of Health of the Universidad el Bosque which offers, in addition to better spaces for education, investigation, and medical attention, options of professional development in areas like design, bioethics, engineering, and administration, among others. In second place, the opening of three doctoral programs, namely Bioethics, Basic Biomedical Sciences, and Public Health, which will help us to articulate the health and sickness cycle from different perspective in order to generate knowledge that contributes to the quality of life of Colombians. In third place, the development of the project on innovation, that undertakes the co-construction and co-creation between member of the academic community and external actors for the betterment of the social and academic environment. We understand an academic center for quality of life as that in which education, investigation, and social responsibility are articulated in order to give the community which we serve the best proposals for their needs. Planning and innovation constitute the fundamental tools with the goal of achieving the best possible impact in the quality of life of everyone. The aforementioned will not be possible without the commitment of the members of the university community. For that reason, I want to take this opportunity to recognize and highlight the tasks completed by the Nursing Faculty throughout its sixteen years; I am sure that it will continue to be a fundamental pillar for the construction, through the Universidad el Bosque, of a better future.
Há mais de quarenta anos, em 27 de julho de 1977, a junta de sócios da Clínica El Bosque Ltda. fundou a Escuela Colombiana de Medicina e deu início a suas atividades com um curso pré-médico de sessenta estudantes. Durante os vinte anos seguintes, a fundação da Escuela Colombiana de Medicina apresentou um crescimento progressivo, em programas e estudantes, e, em 1997, converteu-se na Universidad El Bosque. Vale ressaltar que, ao longo destes primeiros vinte anos, parte fundamental de nosso trabalho educativo foi melhorar a qualidade de vida dos colombianos. Em 1999, foi realizada uma reforma estatutária, da qual quero ressaltar o seguinte trecho da missão institucional: “o desenvolvimento dos valores ético-morais, estéticos, históricos e técnico-científicos, enraizados na cultura da vida, em sua qualidade e em seu sentido” (1). Desde então, de um modo mais explícito, o trabalho pela cultura da vida se constituiu em um componente essencial de todas as tarefas institucionais. Hoje, a Universidade conta com mais de 110 programas acadêmicos de graduação e pós-graduação, um pouco mais de 12.000 estudantes e quase 1.600 docentes. Vale ressaltar, ainda, a qualidade e a busca pela excelência como uma de suas diretrizes essenciais. Prova disso é a acreditação institucional de alta qualidade obtida em 2016 e o fato de que aproximadamente 70% dos estudantes cursam programas acadêmicos com acreditação de alta qualidade. Da mesma forma, as classificações internacionais, como SCImago, indicam que a Universidad El Bosque ocupa o oitavo lugar em nosso país quanto ao impacto de suas publicações. Aqui, novamente, a saúde e a qualidade de vida se constituíram nos integradores de todo o trabalho institucional. Fica claro que o mais importante não é o passado, mas sim o que avistamos para o futuro da Universidade. E é nesse cenário que a qualidade de vida se faz ainda mais relevante, como o eixo articulador de nosso trabalho. Para os estudantes, isto se materializa na qualidade de suas experiências de aprendizado; para os professores, em sua experiência acadêmica e na construção pessoal de vida; para os administradores, nas melhores condições possíveis no trabalho, sempre os considerando pessoas integrais; e, claro, para a sociedade, nos impactos em nossas funções missionárias em educação, pesquisa e responsabilidade social, com contribuições significativas ao desenvolvimento do país. Como exemplo do que foi dito anteriormente, quero ressaltar três fatos: em primeiro lugar, a construção do Centro Académico de la Salud de la Universidad El Bosque que oferece, além de melhores espaços para a educação, a pesquisa e atenção em saúde, opções de desenvolvimento profissional para outras áreas do conhecimento, como desenho, bioética, engenharia, administração, entre outros. Em segundo lugar, a abertura de três programas de doutorado: Bioética, Ciências Básicas Biomédicas e Saúde Pública, que nos ajudaram a articular o ciclo de saúde e enfermidade a partir de diferentes perspectivas, para assim gerar conhecimento que permita contribuir para a qualidade de vida dos colombianos. Em terceiro lugar, o desenvolvimento do projeto sobre inovação, que pressupõe a coconstrução e a cocriação entre membros da comunidade acadêmica e atores externos, para o aperfeiçoamento do ambiente acadêmico e social. Entendemos um centro acadêmico em qualidade de vida como aquele no qual a educação, a pesquisa e a responsabilidade social se articulam para dar à comunidade a que servimos as melhores propostas para suas necessidades. O planejamento e a inovação constituem as ferramentas fundamentais para gerar o maior impacto possível na qualidade de vida de todos. Isso não seria possível sem o compromisso dos membros da comunidade universitária. Por isso, quero aproveitar esta oportunidade para reconhecer e ressaltar a tarefa da Facultad de Enfermería, ao longo de seus dezesseis anos. Estou seguro de que ela continuará a ser um pilar fundamental para a construção, a partir da Universidad El Bosque, de um futuro melhor.

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