Med. intensiva; 32 (4), 2015
Publication year: 2015
Objetivo:
Conocer la existencia del síndrome de burnout en médicos intensivistas
de General Roca y Cipolletti, y correlacionarlo con factores de estrés
laboral.
Diseño:
Encuesta a los médicos intensivistas de adultos, pediátricos y neonatólogos,
de General Roca y Cipolletti, utilizando el Maslach Burnout Inventory
Manual (MBI), la encuesta hospitalaria de estrés/satisfacción laboral (HCJSSQ)
y una autoevaluación del nivel de estrés/satisfacción. Se identificaron los profesionales
que están por encima de la mediana en agotamiento emocional
y despersonalización, y por debajo en realización personal. La presencia de
las tres dimensiones definió la existencia del síndrome. Se correlacionaron
las encuestas con el coeficiente de Pearson, vinculando el burnout con los
factores que provocan estrés.
Resultados:
Respondieron 52 intensivistas (92% del total); 12 presentaron
burnout (21,4%), en su mayoría, mujeres (58,33%). Cinco (41,7%) de ellos
consideraron al estrés intenso; 6 (50%), moderado y uno (8,33%), leve. Casi
el 60% de los afectados no reconoció su existencia.
Los intensivistas de instituciones públicas, de terapias pediátricas/neonatoló-
gicas y de Cipolletti manifestaron más afectación. Los factores que provocan
estrés fueron:
falta de tiempo, mayor complejidad tecnológica, necesidad de
cubrir guardias y dar malas noticias, amenaza de litigio, restricciones institucionales,
conflictos con el equipo de trabajo, falta de autonomía, exceso de
responsabilidad y sensación de no hacer bien la tarea. Un factor de satisfacción
fue el trabajo en equipo.
Conclusión:
Se evidenció el rol institucional en la prevención, el reconocimiento
y el empleo de estrategias de abordaje orientadas al afectado y a
mejorar el clima organizacional, las condiciones laborales, la comunicación y
el trabajo en equipo.(AU)
Objective:
To establish the occurrence of burnout syndrome in critical care
physicians from General Roca and Ciplolletti, and correlate it with factors
found in work-related stress.
Design:
A survey involving all adult, pediatric and neonatal critical care
physicians in General Roca and Cipolletti. The Maslach Burnout Inventory
Manual (MBI) questionnaire, the Hospital Consultants Job Stress & Satisfaction
questionnaire (HCJSSQ) and an auto-evaluation of stress and satisfaction
levels were used. The investigation identified professionals of above-average
emotional exhaustion and depersonalisation, and below-average personal
achievement. The presence of these three indicators defined the existence
of the syndrome. The questionnaires were correlated using the Pearson coefficient
to link burnout with factors causing stress.
Results:
Fifty-two critical care physicians responded to the survey (92% of
the target group): 12 presented burnout (21.4%), the majority being women
(58.33%). Five (41.7%) of them considered their stress to be “severe”, 6 (50%)
“moderate” and 1 (8.33%) “mild”. Almost 60% of those affected were unaware
of its presence. Critical care physicians working in public institutions, in
pediatric/neonatal care and in Cipolletti were the most affected. Correlating
stress-inducing factors: lack of time, high levels of technological complexity,
need to cover ER/A&E and deliver bad news, threat of litigation, institutional
restrictions, conflicts within a team, lack of autonomy, excess responsibility
and the feeling of underperforming. Teamwork was a factor in deriving satisfaction.
Conclusion:
The role played by the institution was identified as a factor in
the prevention and recognition, and the use of hands-on strategies aimed at
the sufferer and at improving the organisational climate, working conditions,
communication and teamwork(AU)