La mal llamada medicina alternativa
The misnamed alternative medicine
Rev. cienc. salud (Bogotá); 15 (1), 2017
Publication year: 2017
La interdisciplinariedad es la que comanda el verdadero mundo de la medicina actual. Todo se complementa, por eso el término alternativo se encuentra abolido. En las clínicas de dolor ya no solo somos médicos de diversas especialidades los que hacemos parte de ellas. Así como estamos anestesiólogos, neurocirujanos, fisiatras, psiquiatras, neurólogos, internistas, paliativistas, también está el personal de enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional, psicología, trabajo social. Estos mismos profesionales se han preparado en acupuntura, terapia neural, homeopatía, diferentes campos de la psicología, y todos ponemos nuestro grano de arena para que el paciente que sufre se pueda beneficiar de manera integral. Y no solo sufre el paciente; también lo hacen sus cuidadores, sus familiares, sus amigos y todo el entorno social que lo rodea. La acupuntura es bienvenida. Aunque poco sabemos de su mecanismo de acción real, ya sabemos algo: su manifiesta acción en el sistema nervioso central y sobre los mecanismos de control endógeno del dolor (sistema descendente) ha ido mejorando su imagen ante la comunidad científica. Es difícil evaluar su eficacia dentro de los términos de medicina basada en la evidencia ya que lograr un estudio cegado y controlado con placebo es difícil en estas circunstancias. Pero dentro de la llamada medicina basada en la experiencia y los resultados manifiestos, se demuestran hechos contundentes.
Interdisciplinarity is what commands the real world of medicine today. Everything complements each other, which is why the term alternative is abolished. In pain clinics we are no longer only physicians of various specialties who are part of them. As well as anesthesiologists, neurosurgeons, physiatrists, psychiatrists, neurologists, internists, palliativists, there are also nurses, physiotherapists, occupational therapists, psychologists, social workers. These same professionals have been trained in acupuncture, neural therapy, homeopathy, different fields of psychology, and we all do our bit so that the patient who suffers can benefit in a comprehensive manner. And it is not only the patient who suffers; so do his caregivers, his family, his friends and the whole social environment that surrounds him. Acupuncture is welcome. Although we know little about its real mechanism of action, we already know something: its manifest action on the central nervous system and on the endogenous pain control mechanisms (descending system) has been improving its image in the scientific community. It is difficult to evaluate its efficacy within the terms of evidence-based medicine since achieving a blinded, placebo-controlled study is difficult in these circumstances. But within the so called experience-based medicine and the manifest results, strong facts are demonstrated.