Manejo médico de personas transgénero en la niñez y la adolescencia
Medical management of transgender children and adolescents

Bol. méd. Hosp. Infant. Méx; 75 (1), 2018
Publication year: 2018

Resumen Las personas transgénero o con inconformidad de género (IG) se identifican a sí mismas con un género distinto al que les correspondería por su sexo al nacimiento. La demanda de servicios de salud de familias con niños, niñas o adolescentes transgénero va en aumento. La prevalencia de IG en niños no se conoce, pero se ha estimado que es mayor del 1% en adolescentes. Existe un elevado riesgo de depresión, suicidio, abuso de drogas ilícitas, infección por virus de la inmunodeficiencia humana y lesiones no accidentales en estos sujetos. El modelo más aceptado para la atención de personas con IG asume que estos desenlaces adversos son producto de la marginación social y no de la condición de IG en sí. La transición de género de tipo social, así como la física, parecen ser efectivas para aumentar el bienestar de las personas con IG y reducir los riesgos en salud. Durante el proceso de transición social, los profesionales de la salud mental pueden apoyar al menor. Los endocrinólogos pediatras pueden ofrecer el bloqueo de la pubertad y la inducción contrasexual de la misma. Las intervenciones quirúrgicas de reasignación de sexo se reservan para mayores de edad. La identidad de género, la expresión de género y la orientación sexual son tres categorías relativamente independientes que pueden tomar cualquier valor no necesariamente binario (masculino/femenino) ni fijo. Los profesionales de la salud deben estar familiarizados con estos conceptos para ofrecer los mejores recursos disponibles y optimizar el bienestar de cada niño, niña o adolescente transgénero de forma individualizada.
Abstract Transgender or gender nonconforming (GN) persons identify themselves with a gender which is different from that correspondent to their birth sex. The demand for health services by families with transgender children or adolescents tends to increase. The prevalence of GN in children is unknown; however, it has been estimated to be > 1% in adolescents. Transgender persons are at increased risk of depression, suicide, illicit drug abuse, human immunodeficiency virus infection, and non-accidental injury. The most accepted model for the care of transgender persons assumes that these adverse outcomes are the consequence of social margination rather than the GI condition itself. Social and physical gender transition seem to be effective in increasing the well-being of people with GI and reducing associated health risks. Mental health professionals can support the child in the process of social transition. The pediatric endocrinologist may offer puberty blockade and cross-sex induction of puberty. Surgical sex reassignment interventions are reserved for adults. Gender identity, gender expression and sexual orientation are three relatively independent categories that can take any value, which is not necessarily binary (male/female) or fixed. Health professionals should be familiar with these concepts in order to offer the best resources available to optimize the well-being of each transgender child or adolescent with an individualized approach.

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