Costos asociados con la salud mental
Costs associated with mental health

Rev. cienc. salud (Bogotá); 16 (2), 2018
Publication year: 2018

Para todas las personas, la salud mental y física y el bienestar social son componentes vitales inextricablemente ligados. Con el creciente conocimiento sobre esta interdependencia, se puede aceptar de manera evidente que la salud mental es un pilar central en el bienestar general de los individuos, las sociedades y las naciones. La salud mental puede ser definida como el estado de bienestar que permite a los individuos desarrollar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades. No obstante, en la mayor parte del mundo, ni remotamente se le atribuye a la salud mental y los trastornos mentales la misma importancia que a la salud física. Por el contrario, la salud mental ha sido objeto de abandono e indiferencia. Las enfermedades mentales no son solo un problema creciente de salud pública, sino también un problema social y económico que afecta a individuos y familias en todo el mundo. La prevalencia de trastornos mentales, la magnitud de la discapacidad causada por estos trastornos y la utilización de los servicios de estos pacientes han sido bien estudiados en países desarrollados y actualmente comienza a ser una prioridad en los países en desarrollo.
For all people, mental and physical health and social well-being are vital components that are inextricably linked. With the growing understanding of this interdependence, it can be clearly accepted that mental health is a central pillar in the overall well-being of individuals, societies and nations. Mental health can be defined as the state of well-being that enables individuals to develop their abilities, cope with the normal stresses of life, work productively and fruitfully, and make a meaningful contribution to their communities. However, in most parts of the world, mental health and mental disorders are not remotely accorded the same importance as physical health. On the contrary, mental health has been the subject of neglect and indifference. Mental illness is not only a growing public health problem, but also a social and economic problem that affects individuals and families around the world. The prevalence of mental disorders, the extent of disability caused by these disorders, and the utilization of services by these patients have been well studied in developed countries and are now beginning to be a priority in developing countries.

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