Rectosigmoidectomía perineal (procedimiento de Altemeier) para el prolapso rectal encarcelado: reporte de un caso
Case report of perineal rectosigmoidectomy (Altemeier's procedure) for incarcerated rectal prolapse

Rev. colomb. gastroenterol; 33 (4), 2018
Publication year: 2018

Resumen Los reportes de prolapso rectal encarcelado son infrecuentes y suponen un reto para el cirujano. Para un prolapso encarcelado no estrangulado, los pacientes deben tratarse con analgésicos y colocarse en la posición de Trendelenburg; y deberían aplicarse medidas conservadoras al prolapso con presión manual simultánea. Si la reducción exitosa no se logra, entonces el paciente generalmente requiere una rectosigmoidectomía con abordaje perineal (procedimiento de Altemeier).

Caso clínico:

hombre de 57 años, sin una historia previa de síntomas o comorbilidades con predisposición para esta patología. Se presenta en el departamento de urgencias con un prolapso rectal encarcelado posterior a realización de esfuerzo 5 horas antes del ingreso. Se inician medidas conservadoras con colocación en Trendelenburg y aplicación de azúcar granulada tópica. Las medidas fueron infructuosas. El paciente requirió una rectosigmoidectomía con abordaje perineal e ileostomía de protección. El curso postoperatorio no tuvo complicaciones, hubo un excelente resultado después del cierre de la ileostomía y no hubo recurrencia.

Discusión:

el encarcelamiento conlleva a estrangulamiento a lo largo del tiempo, la cirugía generalmente está indicada si la terapia conservadora fracasa. Aunque tradicionalmente recomendada para los pacientes adultos mayores y pacientes con comorbilidades, los procedimientos perineales son una opción para todos los pacientes y la mejor opción para el prolapso rectal encarcelado.
Abstract Reports of incarcerated rectal prolapse are rare and pose a challenge to the surgeon. For a incarcerated prolapse that is not strangulated, patients should be treated with analgesics and placed in the Trendelenburg position. Conservative measures should be applied to the prolapse with simultaneous manual pressure. If successful reduction is not achieved, then the patient usually requires rectosigmoidectomy with a perineal approach (Altemeier's procedure).

Case:

The patient was a 57-year-old man with no previous history of symptoms or comorbidities that would predispose him to this pathology. He came to the emergency department with an incarcerated rectal prolapse after attempting to have a bowel movement five hours earlier. Conservative measures of placing the patient in the Trendelenburg placement and topical application of granulated sugar were used. These measures were unsuccessful, so the patient required a rectosigmoidectomy with a perineal approach and protective ileostomy. The patient's postoperative recovery was without complications and had excellent results after the ileostomy was closed. There has been no recurrence.

Discussion:

Incarceration leads to strangulation over time, so surgery is usually indicated if conservative therapy fails. Although traditionally recommended for elderly patients and patients with comorbidities, perineal procedures are an option for all patients, and this is the best option for incarcerated rectal prolapse.

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