Publication year: 2020
CONTEXTO:
El paciente con diagnóstico de COVID19 puede desarrollar dentro de sus complicaciones, compromiso pulmonar y neumonía, esto se traduce en síntomas como dificultad para respirar (distress respiratorio); de confirmarse el diagnóstico se debe realizar el manejo del cuadro causado por el virus SARS-CoV-2. En ese contexto se aplican medicamentos como los broncodilatadores. Gracias a su acción beta-2- agonista, llegan por vía inhalada a los pulmones y al músculo liso bronquial donde incrementa el diámetro del bronquio, lo que mejora la ventilación pulmonar. La vía de administración del medicamento puede realizarse mediante:
(a) nebulización, utilizando una mascarilla que cubra la región de nariz y boca conectada a una solución que contenga el broncodilatador, donde la solución se convierte en aerosol lo que es impulsado hacia los pulmones con ayuda de un pequeño motor eléctrico o a baterías; (b) aerocámara, es un dispositivo que por un extremo cubre la región de nariz y boca, que tiene en el otro extremo una desembocadura que encaja en la boquilla de un inhalador (producto que contiene el medicamento precargado y dosificado en puffs). Ante el escenario de administrar un broncodilatador por vía inhalada mediante nebulización versus aerocámara en pacientes con COVID19, es que nos planteamos los siguientes escenarios: (a) determinar si existen diferencias en la eficacia de la administración de medicamento (como el broncodilatador) mediante nebulización versus aerocámara, en pacientes con diagnostico de COVID19 que se encuentren estables y (b) determinar si la nebulización del paciente con diagnóstico de COVID19 con medicamentos tipo broncodilatadores, incrementan el riesgo de contagio al personal de salud. EFICACIA DE LA ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTO (COMO EL BRONCODILATADOR) MEDIANTE NEBULIZACIÓN VERSUS AEROCÁMARA, EN PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE COVID19 QUE SE ENCUENTREN ESTABLES: Encontramos que a la fecha (21 marzo 2020), no existen estudios comparativos que evalúen la eficacia de la administración de medicamento (como el broncodilatador) mediante nebulización versus aerocámara, en pacientes con diagnóstico de COVID19 que se encuentren estables. Sin embargo, como antecedente tomamos información de una revisión sistemática (RS) donde se hace la misma comparación en pacientes con diagnóstico de asma (Cates, Welsh, and Rowe 2013). En dicha RS, se tuvo como objetivo evaluar la efectividad comparada de las aerocámaras vs nebulizadores para administración de broncodilatadores (beta-2-agonistas) en pacientes con asma aguda. No se encontraron diferencias significativas entre la cantidad de hospitalizaciones en los pacientes atendidos con broncodilatador mediante aerocámara comparada con nebulización en niños (RR=0.71 IC95% 0.47 a 1.08) ni en adultos (RR=0.94 IC95% 0.61 a 1.43) con asma (que no llegaba a comprometer la vida del paciente). En el grupo de pacientes pediátricos, los que recibieron broncodilatador mediante aerocámara permanecieron en la emergencia durante menos tiempo (media tiempo de permanencia=33 minutos), comparado con los niños que recibieron el broncodilatador mediante nebulizador (media de tiempo= 103 minutos), (IC95% -43 a -24 minutos). Por ello, los autores concluyeron de manera indirecta, que la recuperación de la crisis asmática en el paciente pediátrico con el uso de aerocámara fue más rápida que cuando se utilizó el nebulizador. LA NEBULIZACIÓN DEL PACIENTE CON DIAGNÓSTICO DE COVID19 CON MEDICAMENTOS TIPO BRONCODILATADORES, INCREMENTAN EL RIESGO DE CONTAGIO AL PERSONAL DE SALUD: Guías de Práctica Clínica: La ANZICS, publicó el 16 de marzo 2020, recomendaciones sobre el manejo de aerosoles por parte del personal de salud y del uso de equipo de protección personal (EPP). La guía recomienda el uso de equipo de protección personal (EPP) contra infecciones trasmitidas por aerosoles como precaución en la atención de pacientes hospitalizados en la UCI, con diagnóstico de COVID19. Recomienda aplicar la mínima cantidad de procedimientos que generen aerosoles en el paciente con COVID19 en la UCI, como la intubación, extubación, broncoscopía, uso de oxígeno de alto flujo, ventilación no invasiva (con pobre sello hermético), realizar procedimientos en niños en llanto, traqueostomía, resucitación cardiopulmonar antes de la intubación; en habitaciones a presión negativa (de preferencia) o en habitaciones con aire ambiental. Manifiestan una recomendación en contra de la nebulización de medicamentos como broncodilatadores o solución salina. Además, se manifiestan en contra de utilizar el EPP que no cumpla con las recomendaciones señaladas. REPORTE DE CASO:
Este es el reporte de un paciente en China que ejemplifica que, si se utiliza adecuadamente la EPP, los contagios a personal de salud se pueden minimizar. En este reporte se presenta un paciente con neumonía severa inicialmente con sospecha de COVID19, en quien se realizó los siguientes procedimientos: administración de oxígeno. por presentar dificultad respiratoria, intubación endotraqueal, laringoscopía y ventilación mecánica (VM) en la UCI. El paciente mejoró y a los 3 días salió de VM. La confirmación de que el paciente tenía COVID19 se obtuvo cuando se extubó al paciente. El punto de interés es que 41 profesionales de la salud estuvieron en contacto con el paciente durante procedimientos que generaron aerosoles, por lo menos durante 10 minutos y a una distancia de menos de 2 metros del paciente. Todos los trabajadores fueron aislados por dos semanas, tuvieron monitorización cercana de los síntomas, con realización de PCR para determinar infección. Sin embargo, ninguno de los 41 trabajadores de salud desarrolló síntomas y todos los PCR fueron negativos. Este reporte no pretende determinar que no existen contagios de pacientes con COVID19 a profesionales de la salud, sino ser un ejemplo, de que cuando se tienen las medidas de protección adecuada (EPP), el riesgo de contagio puede llegar a ser muy bajo. CONCLUSIONES:
No se han encontrado estudios que evalúen si hay diferencias respecto a usar nebulizadores o aerocámaras en aliviar la dificultad respiratoria en pacientes con COVID-19. No obstante, se tiene evidencia científica proveniente de estudios en asma que muestra que, para el desenlace clínico de cantidad de hospitalizaciones en el contexto de pacientes con asma aguda, no existen diferencias entre usar nebulizadores o aerocámaras. Lo que sugiere que, desde la perspectiva del paciente, podría ser igual de beneficioso usar uno u otro método para mejorar los síntomas de dificultad respiratoria. Sin embargo, al ser el SARS-CoV-2 un agente infeccioso con alto índice de transmisión existiría un riesgo de infección para los trabajadores de salud si se nebuliza a estos pacientes debido a la alta dispersión de aerosol exhalado, por lo que sería recomendable preferir administrar el broncodilatador por aerocámara.