Lopinavir/ritonavir para COVID-19

Publication year: 2020

CONTEXTO CLÍNICO:

La Enfermedad por el Coronavirus 2019 (COVID–19, por su sigla en inglés Coronavirus Disease 2019) es una enfermedad respiratoria de humanos producida por un nuevo coronavirus identificado con la sigla 2019–nCoV. El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro el COVID-19 como una pandemia. Desde ese momento hasta este 01 de abril su circulación se ha reportado en 205 países reportándose más de 800.000 casos y la muerte 40.000 personas. El período de incubación de la infección por 2019–nCoV es de 2 a 14 días. La mayor parte de los contagios se producen persona a persona, siendo altamente transmisible.2 La clínica varía desde casos asintomáticos a cuadros febriles con tos y dificultad respiratoria, neumonía y distrés respiratorio. También puede acompañarse de alteraciones gastrointestinales. En los casos con mal pronóstico, el paciente presenta un importante deterioro respiratorio en 4-8 días. Las imágenes radiológicas muestran generalmente neumonía focal o bilateral semejante al síndrome de distrés respiratorio agudo. 2 La mayoría de los casos graves requieren ingreso hospitalario, siendo mayoritariamente casos primarios en pacientes de edad avanzada y con comorbilidades (diabetes, enfermedad crónica renal, hipertensión, enfermedad cardiaca y enfermedad pulmonar crónica). La tasa media de letalidad de los pacientes ingresados a UTI es cercana al 49%, siendo los valores más elevados en pacientes masculinos de más de 50 años con comorbilidades múltiples.

TECNOLOGÍA:

El lopinavir es un antiviral utilizado contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) 1 y 2, como inhibidor de la proteasa. Debido a que esta droga es metabolizada por la citocromo P450 (familia CYP3A), la asociación con ritonavir, un inhibidor de esta enzima, permite mayores niveles plasmáticos de lopinavir.

OBJETIVO:

El objetivo del presente informe es evaluar la evidencia disponible acerca de la eficacia, seguridad y aspectos relacionados a las políticas de cobertura del uso de lopinavir/ritonavir para COVID-19.

MÉTODOS:

Se realizó una búsqueda en las principales bases de datos bibliográficas, en buscadores genéricos de internet, y financiadores de salud. Se priorizó la inclusión de revisiones sistemáticas (RS), ensayos clínicos controlados aleatorizados (ECAs), evaluaciones de tecnologías sanitarias (ETS), evaluaciones económicas, guías de práctica clínica (GPC) y políticas de cobertura de diferentes sistemas de salud.

RESULTADOS:

Se incluyeron dos ECAs, 14 GPC o políticas de cobertura acerca del uso de lopinavir asociado a ritonavir para COVID-19.

CONCLUSIONES:

Evidencia de baja calidad sobre el uso de lopinavir asociado a ritonavir en pacientes con COVID-19, proveniente de un único ensayo clínico controlado, no mostró una diferencia estadísticamente significativa en la reducción de mortalidad respecto a quienes no recibieron este tratamiento. La estimación central del estudio podría sugerir una reducción de la mortalidad, sin embargo el intervalo de confianza de esta estimación muestra gran imprecisión, mostrando que el tratamiento podría ser desde muy beneficioso o muy perjudicial. Tampoco se observó una mejoría significativa en el tiempo de ventilación mecánica ni en la estadía hospitalaria de los pacientes tratados con este esquema. Considerando la misma fuente de evidencia disponible acerca de la eficacia de lopinavir asociado a ritonavir, las recomendaciones de las distintas guías y protocolos de manejo son heterogéneas respecto al uso del mismo en infección por COVID-19. Las guías o protocolos de manejo de COVID-19 de Argentina, China y Brasil recomiendan el uso de lopinavir asociado a ritonavir, mientras que la Organización Mundial de la Salud, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos y los gobiernos de España, Italia y Quebec no recomiendan su uso.

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