Barbijos y protectores faciales en población general en la pandemia por COVID-19

Publication year: 2020

CONTEXTO CLÍNICO:

La enfermedad por el Coronavirus 2019 (COVID–19, por su sigla en inglés Coronavirus Disease 2019) es una enfermedad respiratoria de humanos producida por un nuevo coronavirus identificado con la sigla SARS-CoV-2. El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaro a COVID-19 como una pandemia. Desde ese momento hasta el 18 de Junio su circulación se ha reportado en 205 países reportándose más de 8.242.999 casos y la muerte de 445.535 personas. El período de incubación de la infección por 2019–nCoV es de 2 a 14 días. La mayor parte de los contagios se producen de persona a persona, siendo altamente transmisible. La clínica varía desde casos asintomáticos a cuadros febriles con tos y dificultad respiratoria, neumonía y distrés respiratorio. También puede acompañarse de alteraciones gastrointestinales.3 El departamento de medicina interna del Hospital de Brigham de la escuela de medicina de Harvard ha postulado una clasificación clínico-terapéutica de la enfermedad que divide el curso de la misma en diferentes etapas y a su vez identifica dos subconjuntos patológicos superpuestos pero diferentes entre sí, desencadenados el primero de ellos por el virus y el segundo por la respuesta del huésped al virus.

TECNOLOGÍA:

Según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de la Argentina, los barbijos son productos de polipropileno (PP). La estructura textil producida por entrelazado de fibras y/o filamentos continuos consolidados por medios mecánicos, químicos, térmicos o sus combinaciones y según los gramos de entretejidos, se define su utilidad y tipo de barbijo.

En salud se clasifican en tres tipos:

-Clase I: de dos capas (uso de sala general) no resistentes a salpicaduras, descartables; -Clase II: de tres capas no resistente a salpicaduras; -Clase III: de tres o cuatro capas (tipo N95) descartables, fabricados con materiales que retienen partículas ultrafinas con un peso de 60 gr y son resistentes a salpicaduras OBJETIVO: El objetivo del presente informe es evaluar la evidencia disponible acerca de la eficacia, seguridad y recomendaciones de organismos de salud pública acerca de la utilización de barbijos y protectores faciales para la prevención y control del COVID-19.

MÉTODOS:

Se realizó una búsqueda en las principales bases de datos bibliográficas, en buscadores genéricos de internet, y financiadores de salud. Se priorizó la inclusión de revisiones sistemáticas (RS), ensayos clínicos controlados aleatorizados (ECAs), evaluaciones de tecnologías sanitarias (ETS), evaluaciones económicas y guías de práctica clínica (GPC) y recomendaciones de diferentes sistemas de salud.

RESULTADOS:

Se incluyeron una RS, un ECA, dos estudios experimentales y siete recomendaciones de organismos internacionales, ministerios y sociedades científicas acerca de la utilización de barbijos y máscaras de protección facial en la población general en la pandemia por COVID-19.

CONCLUSIONES:

No se encontró evidencia directa sobre la efectividad del uso de barbijos caseros en la población general para la reducción de la transmisión de COVID-19, pero podría inferirse cierta eficacia basada en evidencia indirecta de baja calidad. Evidencia de baja calidad proveniente de metaanálisis de estudios observacionales sugiere que el uso de barbijos médicos o profesionales disminuiría la transmisión de COVID-19 en la población general. Evidencia indirecta de muy baja calidad sugiere que la utilización de protectores o escudos faciales en la población general reduciría la transmisión de infecciones respiratorias. Los centros europeos y estadounidense para el control y prevención de enfermedades, la Organización Mundial de la salud y el ministerio de salud de Argentina recomiendan la utilización de barbijos caseros en la comunidad como una medida adicional complementaria al distanciamiento social y al lavado de manos, que adquieren más importancia cuando se visitan espacios cerrados y concurridos como centros comerciales o el transporte público. Existe consenso en la recomendación de utilización de máscaras protectoras faciales dentro del equipo de protección personal del personal de salud, aunque esta intervención no es considerada en muchas de las recomendaciones para la población general. La OMS recomienda la utilización de máscaras protectoras faciales como una alternativa válida a los barbijos como medida adicional a las medidas de distanciamiento social recomendadas.

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