Efecto de las estrategias de reapertura de escuelas en la transmisión de SARS-CoV-2 en niños y adolescentes

Publication year: 2021

INTRODUCCIÓN:

La enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el coronavirus 2 del Síndrome respiratorio agudo grave o SARS-CoV-2 fue inicialmente reportada en Wuhan, China en diciembre de 2019 (1). El 30 de enero de 2020 la OMS determinó que la COVID-19 representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional y posteriormente el 11 de marzo del 2020 fue declarada como pandemia. La rápida propagación de las infección causada por el SARS-CoV-2, el virus responsable de COVID-19, causó que en casi todos los países del mundo se implementaran medidas de confinamiento de la población, lo que condujo al cierre de las escuelas, debido a que en el inicio de esta pandemia no se conocía la magnitud del rol de los niños como medio de transmisión de esta nueva infección (2). El cierre de las escuelas es una medida que ha tenido repercusión en la educación de los niños, y además es una medida que tiene un impacto negativo en el bienestar físico, emocional y social, especialmente sobre aquellos niños que pertenecen a grupos sociales desfavorecidos (2,3). A la fecha se tiene evidencia de que los niños representan solo una pequeña proporción de los casos de COVID-19 y generalmente desarrollan una enfermedad leve y transitoria frente a la infección por la variante inicial del virus (2). Este escenario podría cambiar ante el surgimiento de nuevas variantes del SARS-CoV-2 (4,5).

OBJETIVO:

Sintetizar la evidencia disponible sobre el efecto de las estrategias de reapertura de escuelas en la transmisión de COVID-19 en niños y adolescentes.

METODOLOGÍA:

Pregunta PICO abordada: ¿Cuál es el efecto de las estrategias de reapertura de escuelas en la transmisión de COVID-19 en niños y adolescentes? Para este informe, se decidió incluir estudios primarios que evalúen el efecto de cualquier intervención o estrategia preventiva de reapertura de escuelas que reporten al menos uno de los desenlaces previstos. Se excluyeron artículos enfocados en evaluar estrategias de seguimiento de casos reportados en escuelas, publicaciones en idiomas distintos a inglés y español, y revisiones narrativas y artículos de opinión. Las revisiones sistemáticas y narrativas identificadas fueron analizadas para identificar estudios primarios. Se revisaron las páginas web de los gobiernos de países latinoamericanos para revisar las estrategias que vienen desarrollando estos países. La búsqueda se efectuó en las bases de datos MEDLINE (a través de PubMed), EMBASE (a través de OVID), Cochrane Library, y LILACS ( a través de la Biblioteca virtual en Salud) con límite de fecha del 23 de agosto de 2021. Se utilizaron términos en lenguaje natural y lenguaje estructurado según cada base (tesauros) para COVID-19, y las intervenciones listadas previamente. Las estrategias de búsqueda para cada base se muestran en el Anexo 01. A fin de identificar estudios adicionales, se examinaron las listas de referencias de las publicaciones relevantes. La selección de estudios fue realizada por ambas autoras de manera independiente. La extracción de datos fue realizada de forma individual por cada autora. Se resumió la evidencia de forma narrativa y mediante tablas priorizándose los resultados vinculados a COVID-19.

RESULTADOS:

La búsqueda sistemática identificó 427 citaciones. Luego de la eliminación de duplicados, y tamizaje de títulos y resúmenes, se seleccionaron 30 estudios para lectura a texto completo como se aprecia en el Anexo 02 (Diagrama de flujo). De ellos, fueron excluidos 10, cuyas razones de exclusión se detallan en el Anexo 03. En total, este informe incluye 20 artículos. De los estudios identificados, 10 fueron estudios observacionales y 10 estudios de modelamiento matemático. Entre los estudios observacionales, uno fue desarrollado en Estados Unidos, cinco en Inglaterra, uno en España, uno en Italia, uno en Corea, y uno en Israel.

CONCLUSIONES:

Se han identificado 10 estudios observacionales realizados en países de distintos continentes que analizan el efecto de la reapertura de escuelas en la trasmisión de COVID-19 en niños y adolescentes. En el caso específico de un país donde no hubo confinamiento general como Corea, no se reportó un aumento repentino de casos pediátricos después de la apertura de escuelas. En Estados Unidos, al comparar tres modalidades de reapertura de escuelas, la tasa de crecimiento de COVID-19 de la modalidad remota fue la más baja, pero al comparar la modalidad presencial y semipresencial, se observó que la modalidad semipresencial tuvo una tasa más alta que la modalidad presencial. Dos estudios realizados en Inglaterra, en el mes de reapertura de escuelas encontraron que el número de casos de COVID-19 en niños de educación primaria fue bajo, comparado con las tasas generales. Un estudio reportó además que el número de brotes estuvo asociado a la incidencia comunitaria y que el personal del colegio tenía más probabilidad de infectarse que los estudiantes, mientras que un segundo estudio encontró tasas muy bajas de infección por SARS-CoV-2 sintomática o asintomática en estudiantes y personal del colegio luego de una apertura parcial y total de escuelas primarias en Inglaterra. Además, dos estudios de vigilancia epidemiológica reportaron un mayor número de casos en escuelas secundarias que en las primarias. En el caso particular de Inglaterra, que una vez abiertas las escuelas, se produjo un confinamiento general excepto las escuelas, reportó que el confinamiento se asoció con una disminución en las tasas de infección en adultos, y seguidamente una disminución en casos de estudiantes. En España, un estudio en las primeras semanas de año académico encontró una asociación significativa entre el número de infecciones notificadas por los estudiantes y el personal, y la incidencia en semanas posteriores, siendo mayor esta incidencia en las escuelas secundarias. En Italia, la reapertura de escuelas registró muy pocas escuelas con casos de infecciones de SARS-CoV-2, en la mayoría con un estudiante por escuela. Todos los estudios identificados fueron publicados previamente a la aparición de las últimas variantes del SARS-CoV-2. En la mayoría de los países de Latinoamérica el retorno a clases presenciales en las escuelas ha tomado entre 6 y 18 meses. Las principales medidas no farmacológicas (medidas preventivas) que se consideraron para el retorno de las clases han sido el mantenimiento de la distancia entre los actores involucrados, el uso de mascarilla y el lavado de manos, así como toda aquella estrategia que permita que estas primeras medidas sean propiciadas tales como la rotación de horarios, la organización en grupos de estudiantes específicos y constantes, el manejo adecuado de los alimentos y de los espacios para su consumo. Se ha planteado que el regreso a las clases presenciales sea gradual tomando en cuenta el nivel de trasmisibilidad de la infección en cada región.

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