Efectividad de las intervenciones no farmacológicas para prevención y control de COVID-19

Publication year: 2021

INTRODUCCIÓN:

La enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el coronavirus 2 del Síndrome respiratorio agudo grave ó SARS-CoV-2 fue inicialmente reportada en Wuhan, China en diciembre de 2019(1) WHO. El 30 de enero de 2020 la OMS determinó que la COVID-19 representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional y posteriormente el 11 de marzo del 2020 fue declarada como pandemia. Con el objetivo de contener, suprimir o mitigar esta pandemia, los países han aplicado diversas medidas de salud pública, algunas más restrictivas que otras. Mediante Decreto Supremo No 008-2020-SA, se declara la emergencia sanitaria a nivel nacional por el plazo de noventa (90) días calendario y se dictaron medidas para la prevención y control para evitar la propagación del COVID-19, la misma fue prorrogado por los Decretos Supremos No 020-2020-SA, No 027-2020-SA, No 031-2020-SA, No 009-2021-SA y N° 025-2021-SA, con la finalidad de mitigar la transmisión del virus y proteger la salud de los trabajadores y del público en general (2). El presente documento está destinado a sistematizar la evidencia existente, respecto a la efectividad de las intervenciones no farmacológicas para la prevención y control de COVID-19. OBJETIVO; Sintetizar y presentar disposiciones sobre las recomendaciones actualizadas para el cuidado y disminución del riesgo de contagio por SARS-CoV-2, a partir de revisiones sistemáticas sobre la efectividad de las intervenciones no farmacológicas para la prevención y control de COVID-19. Se efectuó una búsqueda avanzada en la Plataforma Living Overview of the Evidence (L·OVE) de la Fundación Epistemonikos (3) con fecha 21 de octubre del 2021, a fin de identificar revisiones sistemáticas incluyendo revisiones rápidas para la pregunta PICO. Se eligió la plataforma L·OVE ya que ésta actualiza búsquedas de estudios en COVID-19 en alrededor de 39 bases de datos, incluyendo MEDLINE, EMBASE, Biblioteca Cochrane, servidores de distribución de manuscritos aún no publicados y registros de ensayos clínicos entre otras. Adicionalmente, se consultó la página web de la Organización Mundial de Salud (OMS) y de algunas páginas oficiales de las principales agencias gubernamentales de la región, sobre a la efectividad de las intervenciones no farmacológicas (uso de pediluvio, toma de temperatura y distanciamiento físico) para la prevención y control de COVID-19.

RESULTADOS:

Las intervenciones no farmacológicas comprenden medidas de protección personal, medidas medioambientales, medidas de distanciamiento físico y medidas relacionadas con el tránsito, la adopción de esas medidas se está aplicando como respuesta a la propagación de la COVID-19. Las consideraciones presentadas en esta nota técnica se refieren a las medidas como el distanciamiento social, toma de temperatura y el uso de pediluvios.

CONCLUSIONES:

El objetivo del informe fue sintetizar y presentar disposiciones sobre las recomendaciones actualizadas para el cuidado y disminución del riesgo de contagio por SARS-CoV-2, a partir de revisiones sobre la efectividad de las intervenciones no farmacológicas para la prevención y control de COVID-19, estas intervenciones son el distanciamiento físico, toma de temperatura y el uso de pediluvios. Al inicio de la pandemia del COVID-19, se recomendaron diversas medidas preventivas por el principio de precaución, con evidencia científica limitada acerca de la seguridad y en relación a los riesgos y la factibilidad asociados a su implementación. Una de las intervenciones es el distanciamiento físico, la reducción de la transmisión de SARS-CoV-2 se ha podido comprobar mediante simuladores sin mascarilla, con una reducción del 60% a 50 cm y del 70% a 1 metro, por lo que la exposición a aerosoles infectivos en espacios mal ventilados o mayor número de personas en aforos reducidos, aumenta la posibilidad de contagio. Es necesario implementar medidas para mantener un distanciamiento físico seguro entre las personas. En cuanto a la toma de temperatura, según un estudio analizado, tiene una sensibilidad muy baja, a pesar de que podría presentar una mejor especificidad, (es decir, es más probable que una temperatura alta refleje una infección que requeriría pruebas confirmatorias que un falso positivo), la utilidad del cribado con medición directa de temperatura puede ser limitada dada a la escasa sensibilidad (es decir, una temperatura normal no identifica muchas infecciones verdaderas) porque la historia natural de esta infección incluye una duración presintomática y muchas veces el curso es asintomático de la enfermedad. Cabe mencionar que este estudio fue al principio de la pandemia, actualmente la toma de temperatura como recomendaciones para el ingreso a iglesias, centros comerciales, colegios o lugares públicos no está dentro de las recomendaciones de la OMS. En cuanto al uso de pediluvios, no se encontró evidencia científica que ayude a la reducción de la posible diseminación del virus COVID-19, además no figura dentro de las recomendaciones de la OMS. La utilidad limitada de los enfoques actuales, es decir la poca o nula evidencia científica que sustente la toma de temperatura para el ingreso en colegios, instituciones públicas, restaurantes, centros comerciales, etc, y el uso de pediluvios para evitar la propagación del virus, nos lleva a la necesidad en un mayor énfasis de priorizar otras intervenciones como el uso de la mascarilla, mantener el distanciamiento físico y social, lavado de manos y utilizar equipos de protección personal.

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