Publication year: 2022
INTRODUCCIÓN:
Baricitinib es un fármaco de la familia de los inhibidores de la Janus quinasa (JAK), que interfieren con la fosforilación de las proteínas transductoras de señales y activadoras de la transcripción (STAT) (16,17) que están involucradas en funciones celulares vitales, incluidas la señalización, el crecimiento y la supervivencia de las células. Estos inhibidores de cinasas se proponen como tratamientos para la COVID-19 porque pueden prevenir la fosforilación de proteínas clave involucradas en la transducción de señales que conducen a la activación e inflamación inmunitarias (p. ej., la respuesta celular a citocinas proinflamatorias como la interleucina [IL]-6). OBJETIVO:
El objetivo del presente informe es evaluar parámetros de eficacia, seguridad, conveniencia y recomendaciones disponibles acerca del empleo de baricitinib para el tratamiento de pacientes con COVID-19 en Argentina. MÉTODOS:
Teniendo en cuenta la velocidad con la que la información relacionada a la pandemia aparece y se modifica (link), se desarrolló un protocolo sustentado en proyectos que resume activamente la evidencia científica a medida que la misma se hace disponible. Con este fin se utilizó la plataforma Love de Epistemonikos para identificar revisiones sistemáticas “vivas”. Se seleccionaron aquellas con una calidad metodológica apropiada evaluada a través de la herramienta AMSTAR-2, y que a su vez llevaran un proceso de actualización frecuente.(22) De cada una de las revisiones sistemáticas identificadas se extractaron los efectos de la intervención sobre los desenlaces priorizados como importantes o críticos y la certeza en dichos efectos. Para la priorización de los desenlaces se adoptó una perspectiva desde el paciente considerando sus potenciales preferencias. La selección se realizó por consenso entre los autores y supervisores del informe considerando los resultados de múltiples ejercicios de priorización publicados, realizados en el marco del desarrollo de distintas guías de práctica clínica.(23–26) Se seleccionaron “mortalidad”, “ingreso en asistencia ventilatoria mecánica”, “tiempo hasta resolución de síntomas”, “hospitalización”, “eventos adversos graves” como desenlaces críticos. Adicionalmente, se extractaron datos relacionados con efectos de subgrupo potencialmente relevantes para la toma de decisión, con especial énfasis en el tiempo de evolución, la severidad de la enfermedad y el estado de vacunación. En los casos en que no fue reportado por las revisiones sistemáticas incluidas, se calculó el efecto absoluto de las intervenciones en pacientes vacunados, tomando el riesgo basal reportado para pacientes no vacunados multiplicado por un riesgo relativo de 0,1 según el efecto de la vacunación observado en distintos estudios y sistemas de vigilancia.(27–30) Para confeccionar las conclusiones en el efecto de las intervenciones evaluadas sobre los desenlaces priorizados, utilizamos lineamientos publicados, específicamente desarrollados a tal fin. RESULTADOS:
Se identificaron tres revisiones sistemáticas que cumplieron con los criterios de inclusión del presente informe y reportaron resultados. Se identificaron 3 ECA que incluyeron 2659 pacientes en los que baricitinib se comparó con el tratamiento estándar en pacientes con COVID-19. Los resultados de tres ECCA muestran que, en pacientes con enfermedad de moderada a crítica, el baricitinib probablemente reduce la mortalidad y mejora el tiempo de resolución de los síntomas sin aumentar los eventos adversos severos. La certeza en la evidencia es moderada por riesgo de sesgo. CONCLUSIONES:
El cuerpo de la evidencia muestra que baricitinib podría reducir la mortalidad y probablemente reduce la necesidad y la duración de de ventilación mecánica (certeza moderada ⨁⨁⨁◯). Probablemente reduce además el tiempo hasta la mejoría clínica y es probable que no tenga efecto sobre los eventos adversos serios (certeza moderada ⨁⨁⨁◯). La tecnología está autorizada para su comercialización por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de nuestro país, para el tratamiento de personas con artritis reumatoide, mientras que su uso para el tratamiento de personas con coronavirus se encuentra fuera de prospecto. Aunque la forma de administración oral es simple, el costo comparativo estimado es elevado y no se conoce la disponibilidad del laboratorio para responder la demanda sin afectar la equidad en su distribución. Las guías de práctica clínica basadas en evidencia identificadasrecomiendan a favor de su uso en personas con enfermedad grave o crítica.