El 7 de abril de cada año, los 191 Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebran al unísono el Día Mundial de la Salud (DMS) como una manera de conmemorar la creación oficial de la OMS (7 de abril de 1948) y llamar la atención de los gobiernos y de la población en general hacia aquellos temas prioritarios relacionados con las condiciones de salud globales. Los estudios epidemiológicos en los países del continente han documentado que la contaminación del aire en exteriores asociada al tráfico se asocia a un 2 a 6% de exceso por cada aumento en 10 microgramos por metro cúbico en contaminantes como el material particulado menor de 10 micras de diámetro. La evidencia apunta que aún con las medidas de control que actualmente toman ciudades como México, Sao Paulo, Santiago de Chile y Nueva York en las primeras dos décadas del siglo 21 (2000 a 2020) podrían evitarse hasta 100 mil muertes en estas localidades, 12 millones de días laborales perdidos y casi 34 millones de días de actividad limitada entre la población económica activa. Enfermedades epidémicas como el dengue muestra una relación muy importante con la urbanización. La condición más importante para el aumento de la frecuencia del dengue es la urbanización no controlada. En la medida en que las ciudades de los países con climas tropicales han crecido, el vector transmisor del virus del dengue, que ya existía, se ha expandido poniéndolo en contacto con una población humana creciente. América Latina y el Caribe tienen el nivel más alto de urbanización del mundo en desarrollo, con un 75 por ciento de la población viviendo en ciudades y con localidades que cuentan con más de un millón de residentes. Para el 2015 se prevé la presencia del dengue en grandes centros urbanos y países con más de una mega-ciudad. La urbanización creciente de nuestro continente torna a muchas urbes de América Latina y el Caribe particularmente vulnerables a la interacción entre sedentarismo, obesidad y enfermedades crónicas, en la medida en que sus poblaciones adoptan estilos de vida menos activos y tienen pocas opciones para ser hacer actividad física. La promoción de intervenciones como las ciclovías promueven la disminución de riesgo de obesidad y otras enfermedades crónicas, que además ofrecen oportunidades de servicio a la comunidad generando empleo y reduciendo la contaminación del aire producida por el tráfico.