Entornos escolares saludables

Publication year: 2023

El sobrepeso y la obesidad en niños, niñas y adolescentes (NNyA) así como en adultos, es una epidemia en aumento que está tomando proporciones alarmantes en todo el mundo y representa uno de los principales problemas de salud pública que requiere respuestas de los Estados en forma urgente1 . El sobrepeso y la obesidad muestran una curva ascendente especialmente preocupante en NNyA, en quienes el crecimiento es más acelerado que en personas adultas. El sobrepeso y la obesidad afectan tanto la salud psico-física inmediata de NNyA, como el nivel educativo que pueden alcanzar y su calidad de vida. Asimismo, los NNyA con sobrepeso y obesidad tienen mayores probabilidades de seguir siendo personas obesas en la edad adulta y presentan mayor riesgo de sufrir enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiovasculares, la diabetes o el cáncer2. Más información detallada sobre la evolución de la epidemia de obesidad en NNyA a nivel internacional y en Argentina, así como su impacto en la salud y en la economía de los países se desarrolló en el reciente informe publicado por la Secretaria de Gobierno de Salud en colaboración con UNICEF3. En dicho informe se analizaron el peso y la talla de NNyA de 0 a 18 años que accedieron a la atención del sistema público de salud del país y se concluyó que en Argentina, en sintonía con la reconocida “transición nutricional” global, el sobrepeso y la obesidad en NNyA representa la forma más prevalente de malnutrición. Esto se evidencia en el hecho de que entre los más de 3 millones de NNyA atendidos en el sector público del sistema de salud argentino en 2016, 31,1% tenían malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad) y 8,1% malnutrición por carencia (bajo peso). En la actualidad, y como consecuencia de numerosos cambios sociales, culturales y económicos, como por ejemplo los cambios en los modelos de producción de alimentos, su disponibilidad, asequibilidad, comercialización y marketing, así como por la escasa práctica de actividad física, los NNyA crecen y se desarrollan a menudo en entornos obesogénicos. Un entorno obesogénico es aquel que fomenta el consumo excesivo de kilocalorías y nutrientes críticos como azúcares, grasas y sodio, además de ofrecer múltiples barreras para el desarrollo de actividad física y fomentar el comportamiento sedentario4. Así, la falta de regulación que promueva entornos más saludables, ha favorecido en las últimas décadas al crecimiento del sobrepeso y la obesidad. Las respuestas conductuales y biológicas de NNyA ante un entorno obesogénico pueden estar determinadas por procesos anteriores incluso a su nacimiento, lo que empuja a un número cada vez mayor de NNyA hacia la obesidad, si siguen una alimentación de baja calidad nutricional y no realizan la actividad física recomendada1 . Existen pruebas convincentes de que la publicidad y la comercialización de alimentos y bebidas con alto contenido de sodio, grasas, azúcares y kilocalorías, pero deficientes en micronutrientes, pueden repercutir en las preferencias alimentarias, el comportamiento de compra y el consumo de NNyA. La comercialización y provisión en las escuelas de alimentos y bebidas con altos niveles de azúcar, grasa, sal y bajo valor nutricional, también influyen en los patrones y hábitos de consumo en niños y niñas5, 6, 7, 8. La prevención y el tratamiento de la obesidad exige un enfoque intersectorial e intergubernamental y en el que las políticas de todos los sectores tengan en cuenta sistemáticamente la salud, eviten los efectos sanitarios nocivos y, por tanto, mejoren la salud de la población y la equidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales han publicado en los últimos años, numerosos documentos que, en base a evidencia científica, establecen un conjunto de medidas para regular los entornos obesogénicos y los productos, de modo de fomentar hábitos saludables y así detener el crecimiento de esta epidemia2, 9, 10. Dentro de estas medidas recomendadas, una que resulta clave y que cuenta con alto consenso a nivel internacional es la regulación de los entornos escolares para promover la nutrición adecuada y la actividad física. Sólo a través de una serie de medidas (intervención multicomponente) de demostrada eficacia que aborde integralmente aspectos nutricionales y de actividad física en las instituciones escolares, se conseguirán las transformaciones necesarias para fomentar hábitos saludables y mejorar los patrones de conducta de NNyA. El objetivo del presente documento es establecer un conjunto de recomendaciones que, basadas en las mejores evidencias científicas disponibles, constituyan los estándares para guiar el proceso de sanción de leyes e implementación de programas efectivos, para transformar los entornos obesogénicos en entornos escolares saludables. Estos estándares están dirigidos a legisladores y decisores políticos tanto del nivel nacional como provincial y municipal así como también a organizaciones académicas y de la sociedad civil que trabajen en la temática.

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