En la situación del dengue en El Salvador, inciden determinantes (ambientales, económicos, políticos y sociales), la constante migración del campo a la ciudad, una creciente urbanización sin planificación ni regulación alguna, pobreza, inequidad en el ingreso y condiciones de exclusión que relegan a la población en esta situación a exponerse permanentemente a condiciones de alto riesgo y vulnerabilidad que favorecen la persistencia de la transmisión de arbovirosis, entre ellos se pueden señalar crecimiento poblacional, construcción de viviendas inadecuadas que generan condiciones críticas de hacinamiento, deficiente abastecimiento de agua que obliga a las personas a almacenarla inadecuadamente, una deficiente recolección de desechos sólidos, todo lo cual genera condiciones adecuadas para la multiplicación del Aedes aegypti y la transmisión de la enfermedad. El Ministerio de Salud, anticipándose al retorno de alumnos a un aproximado de 5,000 centros escolares públicos y privados, además de la prevención en 1,600 centros de votación, se ha programado la ejecución de una jornada a nivel nacional de acciones, la cual tiene por objetivo el control del vector en su fase larvaria y adulta; así como, la realización de acciones gubernamentales de carácter preventivas, en el que se realizarán actividades de promoción de la salud encaminadas a la eliminación de criaderos y otras actividades que sean factibles de desarrollar por la comunidad.