El estudio de la Enfermedad de Chagas en Guatemala ha tenido varias fases en su historia. La primera, que abarca desde 1932 a 1952, en la cual solamente el Dr. De León y sus discípulos realizaron estudios al respecto. En el segundo período que abarca de 1952 a 1965, se realizaron mayor cantidad de estudios e investigaciones lográndose establecer la zona endémica. A partir de 1965 se observó una disminución bastante marcada en los estudios e investigaciones con respecto al problema de Chagas. Esta situación hizo necesaria la revisión del estado de la enfermedad para actualizar su situación, observando si el terreno de 1976 había tenido algún efecto o no sobre la frecuencia o incidencia de la Enfermedad de Chagas, debido a un cambio en la reconstrucción de las viviendas. Para esto se analizaron dos muestras, una recolectada en 1965 por el INCAP y la otra recolectada en 1986-87 en los mismos lugares y se comparó entre ambas muestras sus frecuencias, esperando encontrar en la segunda muestra una frecuencia menor, utilizando para ello la prueba de Hemaglutinación Indirecta de Chagas (HAI-Chagas). Sin embargo al realizar los análisis estadísticos no se observó ningún cambio significativo, obteniéndose en la muestra de 1965 un 12.7 por ciento (N=653) y en la muestra de 1986-87 un 13.1 por ciento (N=624), por lo que la frecuencia se mantiene constante, concluyéndose que el terremoto de 1976 no tuvo ningún efecto sobre la incidencia de la Enfermedad de Chagas en vista de que muchas de las viviendas fueron reconstruidas con las técnicas y materiales tradicionales, por lo que se recomienda: realizar muestros mas frecuentemente, de por los menos cinco años entre cada muestreo; campañas de divulgación acerca de la enfermedad, especialmente dirigida a los maestros que trabajan en área endémica; obtener antígenos de cepas guatemaltecas para la realización de las pruebas serológicas