El presente trabajo constituyó un esfuerzo por repensar la epilepsia, como condición también social. Este esfuerzo nos llevó en primer lugar a indagar la construcción del concepto en su dimensión histórica identificando las rupturas y continuidades teóricas que senalaron diferentes formas de conceptualización de la enfermedad y diferentes formas de abordalas, en terminos del saber y de la practica médica. Igualmente a reconocer, que el concepto de epilepsia que hoy prevalece, una disfunción o alteración cuantitativa de la acitividad eléctrica cerebral, se tradujo a nivel de la práctica médica en el estudio de las epilepsias o para ser mas exacto en el estudio y tratamiento de las "crisis epilépticas". A identificar cómo a partir de ese concepto se establecen prácticas de intervención en base a proyectos terapéuticos, clínicos y tecnológicos destinados a diagnosticar y tratar, a actuar sobre la enfermedad, lo que se resume en una medicalización de la atención. A constatar cómo la epilepsia es percibida aún hoy cómo una enfermedad estigmatizante, lo que se explica en los cambios de valores culturales y científicos, en los juicios de valor de los hombres en la sociedad, en los diferentes momentos de su desarrollo. En segundo lugar analizamos la forma como la epilepsia ha sido investigada desde la epidemiología convencional, discutiendo las limitaciones metodológicas de los modelos que han sustentado el pensamiento epidemiológico, lo que se ha traducido en un reduccionismo en la interpretación y explicación de los fenómenos de la epilepsia. Desde este contexto intentamos contribuir a la discusión de um marco conceptual más amplio, más comprensivo para explicar la dimensión social de los fenómenos de la epilepsia, teniendo como referencial teórico los aportes de la corriente de la medicina social en America Latina. Propusimos algunos elementos teórico conceptuales, a partir de la categoría de reproducción social y de los espacios de la realidad donde se expresan estos fenómenos, que permitiera comprenderlos y explicarlos, sin desvincularlos de sus determinaciones más generales, sin separar los fenómenos biológicos individuales de los procesos sociales que están en su determinación. Desde esta propuesta intentamos una primera mirada a la realidad de la epilepsia, tal como es observada en los sistemas de atención médica, constatando limitaciones que más allá del método son explicadas por los modelos de atención predominantes en la práctica médica. A pesar de esta