Estudio realizado en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Arzobispo Loayza (Lima) mediante revisión de 127 historias clínicas de pacientes diagnosticados de gastritis erosiva por endoscópía en 1985. La incidencia de gastritis erosiva sobre el total de patologías del tubo digestivo alto fue de 8.8 por ciento; la edad media fue de 42.4 años, no existiendo predilección por ningúno de los sexos. Se encontró mayor incidencia en los meses de invierno (38 por ciento), observándose algunos factores predisponentes: antiinflamatorios, alcohol, reflujo duodenal, etc. El dolor epigástrico tipo ardor fue el más común de los síntomas (60 por ciento), luego náuseas y vómitos (33.6 por ciento), hematemesis (24.6 por ciento), melena (9.8 por ciento); la localización más frecuente fue el antro (80.4 por ciento) y la úlcera duodenal fue la patología más frecuentemente asociada (40.8 por ciento). En el estudio histológico predominó el infiltrado inflamatorio crónico (46.9 por ciento) y moderado (56.6 por ciento), corroborándose erosión en sólo un 16.8 por ciento de pacientes; se observó microhemorragia subepitelial un tercio de casos, siendo el revesticimiento epitelial normal en la mayoría celular como principales cambios del epitelio (16/8 por ciento), reconociéndose campylobacter en el 66 por ciento. No hubo esquema terapéutico único; los antiácidos, gastrocinéticos y bloqueadores H2 fueron los medicamentos más utilizados, y sólo tuvieron efectividad moderada