Los niños y el SIDA: una calamidad inminente. El impacto creciente de la infección por VIH en mujeres y niños repercute cada vez más en la vida familiar de los países en vías de desarrollo
Publication year: 1991
A mediados de la década de los ochentas la infección por VIH empezó a manifestarse en niños pequeños, la causa de esto es, según los expertos, el que las madres están infectadas y, por ende, el origen es perinatal. La OMS estima que durante dicha década nacieron, aproximadamente, 200 mil niños infectados por el VIH en todo el mundo. En la actualidad se considera que, en promedio, casi la mitad de los niños con SIDA muere antes de cumplir los 2 años de edad, mientras que al llegar a los 5 años el 80% de ellos ha perecido. La situación de los niños con SIDA es particularmente difícil ya que las manifestaciones de la infección son comunmente confundidas con otros padecimientos creando con esto confusión en el diagnóstico y, por consiguiente, desatendiendo su evolución o simplemente no prestando el servicio y tratamientos adecuados; situación ésta que se ve agravada por dos circunstancias en los países subdesarrollados, una es las condiciones precarias y la ignorancia y la otra la precariedad de los servicios de salud. La OMS estima que actualmente existen 6.5 millones de personas infectadas por el VIH, de las cuales la tercera parte son mujeres. Para prevenir y reducir las tasas de infección se hace necesario desarrollar programas de información y orientación acerca de las formas de transmisión dirigido a todo tipo de población, pero particularmente a las parejas y jóvenes, control de las actividades de captación y transfusión sanguínea. A este respecto en México, la Secretaría de salud, a través del Centro Nacional y los Centros Estatales de Transfusión Sanguínea, ha establecido mecanismos, normas e infraestructura para regular la captación y calidad sanitaria de sangre, así como la transfusión de la misma, de tal manera que donde resulte innecesaria la transfusión en madres y niños no se habra de realizar. Finalmente se considera que el mejor medio de combate al VIH son una fuerte campaña informativa permanente y un cambio de hábitos y actitudes y la asunción de responsabilidades sociales y personales