"Las preguntas que el ser humano se plantea al darse cuenta de las diferencias morfológicas que existen entre los dos sexos es el cómo, el cuándo y el porqué se presentan estas diferencias. Para responder a esta inquietud, es fundamental que se logren conocer los factores que interactúan para generar la diferenciación sexual. Es indiscutible, el papel que juega el material genético en estos eventos, y la interacción con el medio ambiente desde el periodo prenatal que incluye el micro, matro y macroambiente. Parecería ser que con estos dos factores es más que suficiente para correr el desarrollo y la diferenciación sexual. Pero no es así, existe un factor adicional aditivo, que explica la variabilidad de expresión en cada individuo determinando de esta manera su diferencia innata, a este factor se le conoce como estocástico. Desde el momento de la fertilización, existen diferencias biológicas que se apoyan en una serie de eventos primarios y fundamentales para iniciar el proceso de la diferenciación sexual, y por lo tanto, el inicio del dimorfismo. Secundariamente, se precipitan una serie de eventos consecutivos, para lograr la meta final. Es así, como la diferenciación anatómica y fisiológica se apoya principalmente en eventos del desarrollo prenatal y de los efectos postnatales del crecimiento y el desarrollo.

La cascada de eventos se estudia a través de dos grandes periodos:

diferenciación primaria, que incluye aspectos cromosomáticos, genéticos y gonadales y la diferenciación secundaria que abarca los aspectos hormonal, nerviosos, genital y de asignación. Cuando en alguna fase de esta secuencia ocurre una alteración, se presenta la patología de la diferenciación sexual expresándose clínicamente el aspecto morfofuncional en las diferentes etapas de la vida"