En todo el mundo, las embarazadas constituyen el grupo más vulnerable frente a la anemia ferropriva, debido a los aportes insuficientes de este nutriente en la dieta y a sus altos requerimientos metabólicos. No obstante, los esfuerzos encaminados al control y prevención de esta deficiencia, la prevalencia de la anemia no ha disminuido en los últimos años. La suplementación con hierro/ácido fólico constituye la principal estyrategia para el control de la anemia en el embarazo. Los mecanismos de aplicación efectiva de esta estrategia han sido revisados en los últimos años, a fin de lograr un impacto y control efectivo de la anemia de este grupo poblacional. Actualmente se propone la administración de una tableta de 200 mg/día de sulfato ferroso, lo que conlleva la presencia de efectos indeseables relacionados con dosis u frecuencia de administración del mismo. Estudios recientes ponen en evidencia que la adminsitración diaria de hierro reduce la capacidad de absorción intestinal por varios días, debido a un bloqueo mucoso por sobrecarga; mientras que la administración intermitente mejora la absorción de la dosis adminsitrada. Se realizó un estudio experimental en 90 mujeres embarazadas, sin patologías sobreañadidas, con una edad promedio de 25.8 +ó- 0.7 años, que acudieron a la consulta prenatal en el Hospital Gineco Obstétrico Isidro Ayora.

Se asignaron aleatoriamente a uno de los tres esquemas de suplementación:

1) una tabla semanal; 2) dos tabletas semanales 3) una tableta diaria (UNICEF, 200 mg SO4 Fe+0.25 mg Ac. Fólico). En las madres gestantes se valoró; status de hierro al inicio y al parto; en los recíen nacidos; antropometría y status de hierro en la sangre de cordón (extremo placentario).