La demencia senil es un grave problema de salud, constituyéndose en la tercera causa de muerte en los países superdesarrollados. La mayoría de estos pacientes padecen la denominada Enfermedad de Alzheimer, que carece de un tratamiento específico curativo, siendo multifactorial por su carácter heterogéneo. Paleativamente, se han empleado calcioantagonistas (potentes vasodilatadores, inotrópicos negativos) y entre ellos el Nimodipino, ha demostrado poseer efectos psicotropos, por actuar sobre el flujo cerebral regional. Empleando un diseño clínico no controlado, se estudiaron 20 pacientes con diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer, de ambos sexos, con edades comprendidas entre 57 y 81 años, sometiéndolos a terapia con Nimodipina (90mg QD) durante 8 semanas, valorándose la esfera cognoscitiva y los efectos colaterales pre y postintervención, empleando el Mini Mental State-Folstein. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p 0.05) entre los diferentes parámetros cognitivos, exceptuando el componente total (p = 0.0159). Al correlacionarlos entre sí pre y post intervención, se encontró una relación buena (r = 0.50 - 0.75) a excelente (r 0.75), exceptuando registro. Comparando entre sí las diferentes prevalencias por sintomatología, previa intervención y en las semanas 4 y 8, se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p 0.05) en quienes presentaron taquicardia y náusea previa intervención y en la cuarta semana de tratamiento. No se encontró evolución favorable de las demencias severas y simples (p 0.05), debido probablemente a que la intervención con nimodipino, mejoró la esfera cognoscitiva de los pacientes intervenidos, pero sin lograr que superen el punto de corte que separa la demencia simple de la severa. No se evidenció mejoría en los parámetros parciales evaluados (p 0.05), debido probablemente al pequeño tamaño muestral, así como el hecho de que el Nimodipino es "más" eficaz en demencias de origen circulatorio, como la DMI.