Las anemias nutricionales y la deficiencia de hierro, constituyen un problema de gran magnitud y de urgente atención por su distribución y consecuencias funcionales en la población materno-infantil del país. Una de las consecuencias de la deficiencia de hierro en la población escolar, constituye la disminución selectiva sobre su capacidad de atención en la resolución de problemas. Los mecanismos moleculares involucrados en la deficiencia de hierro probablemente comprometen la funcionalidad las vías dopaminérgicas centrales y la expresión de los receptores dopaminérgicos D2. Otros mecanismos psicobiológicos explicarían la disminución de la cognición, memoria, aprendizaje y rendimiento escolar en los niños afectos de carencia marcial. Mediante un diseño experimental se midió en 60 niños de 8 a 12 años, el efecto de la suplementación con sulfato ferroso (200 mg) sobre el rendimiento escolar, coeficiente intelectual (QI: escala motora, verbal y total de Weschler (WISCR) y el status de hierro. Al inicio del estudio, las variables de edad, peso y talla entre los casos y controles no presentaron diferencias estadísticamente significativas en la asignación aleatoria (p 0.05). Igualmente en las variables bioquímicas, con excepción de la hemoglobina. La suplementación bisemanal con Sulfato Ferroso en los casos con anemia modificó significativamente la tasa de hemoglobina (Mann-Whitney U test p 0.0024). En este mismo grupo, al comparar el promedio de Hb contra el punto de corte (13.51 g/dl) se modifica significativamente el número de sujetos anémicos de 17 al inicio por 8 al final (p 0.05). En los controles no se registran diferencias estadísticamente significativas (p 0.05). Las reservas corporales de hierro de los casos, estimadas al inicio del estudio, reflejan una homogeneidad de grupo (p 0.05) y el impacto significativo en la post-intervención (p 0.05). Las reservas de hierro mejoran significativamente en los casos (p 0.021) pero no en los controles (p 0.05). Entre los casos y controles la diferencia de reservas es igualmente significativa (p = 0.0224). Al desagregar el grupo de anémicos la diferencia en este parámetro es ligeramente significativa (p = 0.0496). En los controles no existió diferencia (p = 0.1124). Al inicio del estudio el coeficiente intelectual (QI) fue similar entre casos y controles. En la Post-intervención la diferencia de QI en los casos anémicos fue significativa (p = 0.008), al igual que en los no anémicos (p = 0.0077).