La deficiencia de micronutrientes tales como la vitamina A y el hierro continúan siendo problemas de salud pública en muchos países en vías de desarrollo de América Latina. Esta falta de micronutrientes en las dietas incrementan el riesgo de la población vulnerable de sufrir enfermedades y muerte prematura. La anemia por falta de hierro es la deficiencia de micronutrientes más difundida, y afecta por lo menos a un 15 porciento de la población mundial, por otro lado, aproximadamente 13 millones de niños sufren de daños oculares como consecuencia de falta de vitamina A en sus dietas. En Guatemala, uno de cada dos niños y niñas entre los 12 y 23 meses de edad sufren anemia mientras que dos de cada cinco mujeres embarazadas padecen de anemia; así mismo uno de cada cinco niños y niñas entre los 2 a 23 meses de edad presenta deficiencia de vitamina A, constituyendo todavía un problema de salud pública. Dentro de los diversos factores que contribuyen a mantener la salud y la nutrición se encuentran los hábitos y prácticas alimentarias. Estos se ven afectados a su vez por factores sociales, culturales, económicos, ambientales y el modo de vida individual. La presente investigación fue realizada en la comunidad urbano-marginal de Las Tapias, zona 18 de la capital de Guatemala.

Sus principales objetivos fueron:

identificar en la comunidad, la disponibilidad de alimentos fuentes de vitamina A y de hierro, estimar frecuencia de uso de tales alimentos, e identificar y describir los conocimientos, actitudes y prácticas alimentarias de los alimentos ricos en vitamina A y hierro identificados. El grupo estudiado lo forman madres de niños de uno a cinco años de edad. El propósito de recolectar dicha información fue para identificar las recomendaciones a proponer sobre conductas alimentario-nutricionales tendientes a mejorar el estado nutricional de estos micronutrientes en los niños menores de 6 años, factibles de implementar en una intervención educativa a nivel comunitario, y proveer información para elaborar guías alimentarias para las instituciones responsables, encargadas de acciones locales de salud y nutrición en ésta y otras comunidades similares. La metodología utilizada fue cualitativa, en relación con los conocimientos, actitudes y prácticas (Cap).

Para la recolección de dichos datos se usaron las siguientes técnicas cualitativas:

Grupo Focal, entrevistas abiertas a informantes clave, observación del mercado y tiendas (donde generalmente se abastecen...