Alimentación en el escolar

Publication year: 1999

En el escolar, el crecimiento es lento pero constante, continuando la canalización establecida en la edad preescolar. En esta etapa, el aumento en la longitud de los miembros inferiores es mayor que el crecimiento del tronco. En la composición corporal hay pocas diferencias entre los sexos, en especial los valores presentan mayor masa muscular que las hembras; sin embargo, en ambos la masa muscular se incrementa con menor intensidad que durante la adolescencia. Las hembras tienen una masa grasa mayor que los valores y después de los siete años en ambos sexos aumenta el tejido (rebote adiposo) como preparación al estirón puberal. En algunos niños, dependiendo del "tempo" de maduración, se puede dar inicio a la aparición de caracteres sexuales secundarios y en estas edades los maduradores tempranos pueden iniciar el estirón con sus consecuencias en el crecimiento y la composición corporal propias para cada sexo. En esta edad brota la dentición permanente, es por esto que deben reafirmarse los buenos hábitos de salud para prevenir las caries. El escolar continúa la maduración en sus capacidades motoras gruesas y finas, aspecto emocional, social y cognoscitivo. Alrededor de la escuela se centran estas actividades, así como también las actividades culturales, de crecimiento personal, deportivas y recreacionales. El escolar comienza a ser independiente, decide por sí mismo, conoce y es capaz de defender razonadamente sus gustos, preferencias y aversiones. Tiene capacidad para acordar, negociar, definir y aceptar reponsabilidades. Además ha desarrollado sentido crítico hacia lo que se le pretende convencer, vender o imponer. Todo lo anterior se refleja claramente en los hábitos y en las conductas alimentarias del niño

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