Se investigó el por qué no se imparte educación programada en el servicio de Unidad Coronaria del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Con el fin de determinar por una parte, técnicas educativas que según Enfermería sean más compatibles con su propio quehacer diario; y por otra parte conocer la real necesidad educativa de los pacientes hospitalizados en la Unidad. Se realizó un estudio de tipo descriptivo exploratorio. Se aplicó una encuesta en las 19 Enfermeras clínicas de la Unidad Coronaria; y otra encuesta en una muestra de 50 pacientes hospitalizados de esta Unidad Coronaria. De las Enfermeras se extrajo que el 100 por ciento refiere entregar educación y estar dispuesta a seguir haciéndolo, pero de estas sólo un 52,6 por ciento utiliza la información disponible en el servicio, siendo sólo 2 folletos y un rotafolio que se refieren al TACO y a la enfermedad coronaria, los más utilizados. El 89,5 por ciento de la Enfermeras considera que sus pacientes tienen necesidad de ser educados en relación a diversos tópicos referentes a su enfermedad.

Estas plantean que las principales barreras educativas eran:

falta de tiempo disponible para educar a los pacientes, producto de la alta presión asistencial; falta de personal de Enfermería; condiciones psicológicas no aptas de los pacientes durante su hospitalización; y material educativo existente poco didáctico. Las soluciones planteadas, abarcan desde la creación de un rol educativo exclusivo de una Enfermera en el servicio; hasta la estandarización y optimización del programa de educación existente en la Unidad. De los pacientes se extrajo; por un lado, que la población de pacientes hospitalizados fluctúa entre los 50 a 70 años (58 por ciento), y que el 100 por ciento de los encuestados está interesado en recibir educación acerca de su enfermedad; pero especialmente en relación a las actividades y cuidados a realizar en sus domicilios (78 y 80 por ciento), y acerca del tratamiento de su enfermedad (74 por ciento). Estos refirieron estar enterados en un 70 por ciento de su enfermerdad y otros tópicos, mientras que un 30 por ciento refieren no estar estar enterados de estos aspectos. En relación al estado educacional actual en el servicio, estos refirieron haber sido educados en su enfermedad (80 por ciento), procedimientos y exámenes a realizar durante su hospitalización (76 por ciento), tratamiento farmacológico y sus efectos (40 por ciento) y sobre los cuidados a seguir