La violencia es un fenómeno multicausal, pero se pueden mencionar entre sus determinantes la distribución inequitativa del ingreso, la ilegitimidad institucional, la tenencia y porte de armas de fuego, el consumo de alcohol y otras drogas, entre otros. La concentración del poder político y consecuentemente económico en unos pocos individuos restringe además el acceso de los jóvenes a oportunidades de educación, salud, empleo, recreación, etc. En el estudio se evidencia un problema de escolaridad, especialmente en el acceso o permanencia de los varones en la escuela secundaria. Por otro lado, la urbanización caótica en las grandes ciudades produce marginalidad, hacinamiento y niega a los jóvenes espacios apropiados de desarrollo. La dificultad para encontrar referentes culturales apropiados y la inestabilidad familiar inducen a muchos a buscar su identidad en actividades que generan violencia y la sociedad les cierra cada vez mas los espacios y los propios Estados los somenten a violencia o tolera que sean agredidos por particulares. Evidentemente, los jóvenes son victimizados con mas frecuencia, incluyendo el maltrato policial, especialmente los más jóvenes. No sorprende entonces que muchos de los jóvenes, especialmente varones, se sientan lo suficientemente inseguros como para querer portar un arma o de hecho tenerla y cargarla. Esto podría corresponder también a la incertidumbre que para muchos de los jóvenes generan algunos grupos de delincuencia e incluso las pandillas