Colombia no escapa al problema del desplazamiento forzoso de un gran número de personas a causa del conflicto armado interno que vive el pais. Las cifras de desplazados son aún inciertas. Se habla de 700.000, de un millon, de 1.2 millones de personas que han tenido que abandonar sus hogares en los últimos diez años a raíz de los enfrentamientos entre el ejército colombiano, la guerrilla y los llamados grupos de autodefensa. Para la Comunidad Europea y su Departamento para la Ayuda Humanitaria la situación no ha dejado de ser preocupante. ECHO ha pasado de modestas ayudas para respaldar poblaciones damnificadas por terremotos, deslizamientos de tierra o inundaciones, a instalar una oficina permanente en Bogotá y aprobar en los últimos dos años planes globales para desplazados por un monto que asciende a los 16.200 millones de pesos. La asistencia europea cubrirá zonas de expulsión y de recepción de la población y plantea la posibilidad de poder asistir el regreso de las familias afectadas a sus lugares de origen, en el caso de que los desplazados cuenten con las debidas garantías de seguridad en sus procesos de retorno y reinstalación. La ayuda humanitaria prestará también asistencia profesional para combatir los profundos problemas psicolïgicos que deja una situación como la expulsión forzada e introducirá en las comunidades los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario