El fenómeno del desplazamiento forzado en Colombia constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos no sólo por la magnitud misma del problema sino porque previa a la situación de desplazamiento las personas y comunidades han sido objeto de asesinatos, masacres, torturas y amenazas de muerte. Durante el tiempo de huida las personas, en especial los ancianos, mujeres embarazadas y niños, padecen grandes sufrimientos como hambres, enfermedades, deshidrataciones; en los lugares de asentamiento provisional, los desplazados siguen siendo víctimas de violaciones de derechos fundamentales, de estigmatizaciones y discriminaciones y aún de persecuciones. El desplazamiento forzado en Colombia conlleva una multiplicidad de violaciones de derechos fundamentales, de manera continuada y acumulativa. Durante el periodo analizado, el desplazamiento mantuvo sus características de individual-familiar con un comportamiento de "goteo" permanente complementado con los éxodos en masa, en el que comunidades completas debieron abandonar sus lugares de origen. La constatación central es la de un fenómeno que aumentó este año en proporciones alarmantes. El desplazamiento afectó a los individuos y a la colectividad. Los éxodos masivos afectaron a grupos étnicos, de manera particular, a comunidades negras e indigenas causando la destrucción del tejido social y de sus formas organizativas. En este periodo el desplazamiento afectó también a importantes grupos de trabajadores